Voces

Friday 14 Jun 2024 | Actualizado a 11:56 AM

Daños inmobiliarios colaterales

/ 1 de mayo de 2015 / 07:22

Días atrás se publicó en este diario una noticia sobre el proceso que el Estado francés ha entablado contra la empresa que administra el club Bolívar, BAISA, por los supuestos daños que causó la construcción del edificio Mario Mercado, de 26 pisos, a la residencia de esa representación diplomática, ubicada en la Av. 14 de Septiembre de Obrajes.

Más allá de este caso en particular, que está siendo evaluado en los tribunales para determinar si el inmueble de BAISA tiene alguna responsabilidad o no en las grietas que aparecieron en la residencia gala en los últimos meses, sería deseable que el Estado se interese más por esta problemática, creando por ejemplo juzgados que se especialicen en resolver demandas de esta naturaleza.

Asimismo, sería deseable la creación de un colectivo o de una organización que apoye a todos los ciudadanos que se han visto perjudicados en los últimos años por edificios que han sido construidos sin respetar el número de plantas ni las medidas de seguridad establecidas por la municipalidad. Solo así se podrá evitar que el número de afectados por esta angurria inmobiliaria siga aumentando, ya que son muy pocos los ciudadanos que cuentan con la influencia y los recursos necesarios para hacer mover los corroídos engranajes del sistema judicial.

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Descomprimir la parálisis

No existe desgaste gratuito que se repare sin acciones traumáticas. Y tampoco existe erosión que se remedie de manera ordenada

Verónica Rocha Fuentes

/ 14 de junio de 2024 / 07:03

Lo ocurrido en la pasada sesión de la Asamblea Legislativa Plurinacional (no necesito decirle cuál, la única en los últimos meses), se constituye en un acto político con múltiples implicancias, que confirma una gran mayoría de los análisis sobre el estado de nuestra política y, lastimosamente, una buena parte de las preocupaciones en torno al grado de erosión de la democracia nuestra de cada día. Y, por supuesto, convoca —de manera irrefutable— a la toma de postura a favor del ejercicio de la representación política de nuestra sociedad que, guste más o menos, encarnan actualmente las y los legisladores nacionales y debe constituirse en el horizonte de recomposición de nuestra desacelerada institucionalidad democrática.

Vea: Elecciones de ayer, hoy y mañana

No se trata, al menos en este momento, de poner como justificativo el hecho de que los boicots al normal desarrollo de la labor legislativa son un fenómeno que desde tiempos de democracia pactada han estado a la orden del día y que, en tiempos del Estado Plurinacional, se han empezado a hacer presentes cuando el MAS-IPSP dejó de tener el control de la ALP, llegando hasta la absurda interpretación del funcionamiento de la sesión en que Áñez se proclamó Presidenta de Bolivia, que no llega al caso ni de boicot sino lo siguiente. Sí se trata de establecer una clara diferencia entre aquellas acciones que están más cercanas a la estrategia política de neutralizar políticamente al contrario antes que aquellas que buscan evitar físicamente la manifestación de la voluntad de una mayoría de representantes, que en una de sus expresiones se concreta en el funcionamiento de la ALP.

Es ahí donde la parálisis como forma de gobierno no puede ser permitida y requiere encontrar una manera de descomprimir lo que no puede constituirse en un estado permanente de salud de la democracia deliberativa. De ahí que la puesta en marcha del Legislativo se haya visto hecha “contra viento y marea” y que, a reserva del bochorno que implicó y al que lastimosamente ya nos vemos acostumbrados, se haya constituido en un acto político cuyo golpe de efecto desnudó al Vicepresidente en su voluntad de atasco del ejercicio deliberativo, legislativo pero, sobre todo, político. Esto en lo que respecta a las mal llamadas estrategias para impedir al contrario la consecución de sus objetivos.

Porque en lo que respecta a las —otra vez— mal llamadas estrategias para conseguir objetivos políticos propios, simultánea y nuevamente se ha desnudado al arcismo en su burda intentona de hacer política utilizando jueces. Algo que, en los meses de parálisis se ha vuelto moneda común y que ya no deja sospecha ni sorpresa a nadie.

En términos de síntoma de época, buena parte del mundo está así y, de alguna manera, Bolivia tiene su propia versión. Y es que cuando la antipolítica se empieza a volver una tendencia dominante en quienes la ejercen y genera adhesiones entre la población, los resultados se expresan en bloqueo, parálisis, boicot y atrincheramiento a título de ejercicio político. Por ello, la recuperación de las formas para el ejercicio político que restituye la institucionalidad como la conocemos, termina siendo a las patadas.

No existe desgaste gratuito que se repare sin acciones traumáticas. Y tampoco existe erosión que se remedie de manera ordenada. Pues a veces, la política se parece bastante a la física. Y la descomprensión de un escenario cargado hasta el desborde simplemente termina siendo explosivo. Y, en tiempos de bregar por la salud de la magullada institucionalidad democrática, huelga defender su restitución (por caótica que sea) porque ello ya es políticamente algo más que nada.

(*) Verónica Rocha Fuentes es comunicadora. Twitter: @verokamchatka

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K’ala Marka

Carlos Villagómez

/ 14 de junio de 2024 / 07:00

Con un logotipo inspirado en la imagen central de la Puerta del Sol de Tiwanaku, el Señor de los Báculos sosteniendo dos K en vez de los báculos sagrados, el grupo K’ala Marka comenzó su festejo por 40 años de trayectoria artística en un radiante concierto de más de dos horas de duración. Fue una fiesta boliviana con un despliegue poco visto de sonido, luces, enormes pantallas led, fuego en cascadas, cuerpo de baile, fuegos artificiales. Esa puesta en escena recibió a Hugo Gutiérrez Quisbert y Rodolfo Choque Quispe, el dúo de fundadores, creadores, y compositores, y a un grupo de notables músicos que fusionaron, con una maestría ya conocida, instrumentos nativos con electrónicos (lo que algunos llaman neofolklore contemporáneo).

Consulte: Plazas del Bicentenario

Según Wikipedia, “K’ala Marka explora diversas temáticas, tales como la vida en el altiplano, la protección del medioambiente, la protección de derechos indígenas, tradiciones y mitología prehispánica, entre otras”. Y, ese mensaje ideológico está proyectado y multiplicado por la potencia de la música folklórica boliviana que corean miles de fans de las clases medias y populares de Latinoamérica y el mundo donde K’ala Marka lleva nuestra cultura. La vibrante y festiva concurrencia, que llenó a tope el Teatro al Aire Libre, bailó y cantó los éxitos de siempre junto a los nuevos temas de este prolífico dúo de artistas que saliendo de provincias andinas llegaron a conquistar el planeta, instalándose en Francia y logrando difundir nuestro arte como muy pocos. Pienso que Gutiérrez y Choque deben tener una vida épica, plena de experiencias, como trepados en un interminable tobogán, una vida digna de una novela (el solo logro artístico de grabar y tocar junto a Francis Cabrel la célebre balada Je l’aime à mourir, un himno al amor de la Francia de los años 70, ya es mucho). K’ala Marka logró proyectar y triunfar en diversos medios sociales porque su arte es una expresión emocional que impulsa el disfrute estético y representa simbólicamente la batalla cultural e identitaria.

En el concierto, sintiendo la energía positiva de esa masa humana, me preguntaba ¿qué sería de esta sociedad pluricultural perdida en los Andes sin sus artistas? ¿Qué sería si no tuviéramos esa catarsis colectiva gracias a creadores como Hugo Gutiérrez y Rodolfo Choque? Esa noche nos olvidamos de los entuertos y sinrazones de nuestra clase política, y agradecimos que estos artistas, junto a otros miles en Bolivia, han construido una K’ala Marka estética, han levantado una ciudad de piedra como una eterna montaña andina, para mantener vivo el sentido común alrededor de lo más grande que tiene la sociedad boliviana: su arte. 

(*) Carlos Villagómez es arquitecto

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Historia

El registro más antiguo de tareas históricas proviene de la antigua Mesopotamia, específicamente de la civilización sumeria

Claudio Rossell Arce

/ 13 de junio de 2024 / 10:48

A inicios del siglo XX, un filósofo de nombre George Santayana escribió en su libro más conocido la frase “aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. Desde entonces, memoriosas o no, muchas personas han repetido la frase en toda clase de circunstancias y con diversas transformaciones, que sin embargo no le quitan su sentido. Es, como muchas, una de las joyas del pensamiento moderno que enfatizan en la importancia de la historia como fuente de conocimiento y luz para el porvenir.

Lea: Guerra

La historia es la disciplina académica que se dedica al estudio de los acontecimientos pasados de la humanidad; no solo se centra en la narración de hechos, sino también en la interpretación y análisis de las causas, consecuencias y significados de dichos acontecimientos. Para lograrlo, se vale de infinidad de recursos, que incluyen fuentes vivas, (casi) tanto documentos en toda clase de soportes, incluyendo los monumentos. Tal vez por eso en tantos lugares de herencia colonial los mementos de personajes como Cristobal Colón son a la vez tan despreciados por unos como protegidos por otros.

El registro más antiguo de tareas históricas proviene de la antigua Mesopotamia, específicamente de la civilización sumeria. La obra más reconocida de esta época es la Lista Real Sumeria, documento que mezcla hechos históricos con mitología, y data de alrededor del año 2.100 antes de Cristo (a.C.) y habla de personajes que vivieron hasta 400 años antes de que esas tablillas con grabados cuneiformes se escribieran. En Oriente, el Rigveda, un texto sagrado de la antigua India, que data aproximadamente del 1500 a.C., es considerado como el más antiguo registro histórico, pues, aunque su principal propósito es religioso, contiene valiosa información sobre la vida, la sociedad y las prácticas de aquellas épocas.

En China, uno de los textos históricos más antiguos y significativos es el Shiji o Registros del Gran Historiador, escrito alrededor del siglo II a.C. Esta obra monumental abarca la historia de China desde los tiempos míticos hasta la dinastía Han, pero además es considerado uno de los textos historiográficos más antiguos que se conocen. En Occidente, se reconoce como el registro histórico e historiográfico más antiguo la Historia, de Heródoto, escrita en el siglo V a.C. La distinción no es menor: mientras la historia se encarga de los hechos del pasado y su interpretación, la historiografía es una reflexión crítica sobre la propia práctica de la historia.

Así, seguramente pertenece al dominio de esta última la frase “la historia la escriben los vencedores”, recordando que ni todo recuento es exhaustivo ni toda interpretación es imparcial. En tiempos de postverdad la cosa se pone más complicada: aunque el estudio de la historia es el antídoto contra la desinformación, la mentira generalizada dificulta la tarea de recoger relatos que ayuden a construir el mosaico del estudio histórico. Qué difícil se hará estudiar los registros de estos tiempos, llenos de distorsiones creadas ya no solo por “los vencedores”, y en todo caso fabricados con objetivos políticos e ideológicos.

También ayuda a preservar la historia el monumental y a menudo sorprendente trabajo contemporáneo del estudio, entre muchas otras, de la historia oral, la historia comparada, la historia de las emociones y la historia digital, que seguramente está apenas en el umbral de todo lo que habrá de sucederle a la humanidad en el ciberespacio. Las nuevas formas de aproximarse a los sucesos del pasado obligan a mirar de otra forma el contexto, de cuando ocurrió el hecho y de cuando se interpreta. De ahí surgen, también, las críticas al modo en que “los vencedores” han contado la historia, omitiendo no solo hechos, sino incuso a pueblos enteros. Hay reivindicación en estas miradas contemporáneas.

El inglés reconoce History (así, con mayúsculas) de story, siendo la primera la disciplina científica y académica y la segunda el modo de nombrar cualquier relato. En español existe tal distinción, pero se nombra con la misma palabra. Tal vez por eso es cada vez más común que haya jefes y líderes que creen que están haciendo historia, pero no hacen más que contarnos historias, que para colmo son poco edificantes.

(*) Claudio Rossell Arce es profesional de la comunicación

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Nuevos y reincorporados

Luis Callapino López

/ 13 de junio de 2024 / 10:44

Conforme al artículo 5 del Reglamento de Selección y Designación de Maestros y Personal Administrativo del Subsistema de Educación Regular, y de Educación Alternativa y Especial, aprobado mediante la Resolución Ministerial 0224/2024, el periodo de designación en las unidades educativas y centros educativos se procesará de enero a octubre de cada gestión.

No obstante, el Decreto Supremo 253, del 19 de agosto de 2009, en su artículo único dispone que la contratación de personal docente se procesará únicamente entre enero y mayo de cada año. Asimismo, determina que solo en caso de existir acefalías se contratará a los reemplazantes cuando éstas se produzcan.

Consulte: Las cinco fases de la evaluación

La normativa citada, al señalar la contratación de personal docente, hace mención a maestros en función, vale decir, quienes se encuentran en planillas del Sistema Educativo Plurinacional (SEP), que pueden participar solamente de enero a mayo de cada gestión de los procesos de selección y designación mediante compulsa de méritos a otros distritos, unidades educativas y centros educativos.

Posterior al plazo establecido, los procesos de selección y designación mediante compulsa de méritos a ítems en acefalía, de nueva creación y/o por reordenamiento, es de exclusividad para maestros nuevos y reincorporados, egresados (obviamente) de las Escuelas Superiores de Formación de Maestros (ESFM).

Los maestros nuevos son aquellos recién egresados de las ESFM o en su caso que todavía no ejercieron. En cambio, el personal docente reincorporado implica a quienes solicitaron licencia indefinida, refrendada mediante una resolución departamental, lo cual genera prioridad en los procesos de selección y designación por compulsa de méritos, posteriores a mayo de cada año.

En el caso de los maestros que ingresen a trabajar a unidades educativas y/o centros educativos bajo flexibilización, en sus vertientes de pertinencia académica y años en provincia, deberán ingresar en el plan de reordenamiento en enero de la siguiente gestión.

Ahora bien, es imperante resaltar que el Decreto Supremo 253 también aplica para las permutas, que es el intercambio del puesto de trabajo entre dos maestros o administrativos que ocupan similares cargos, y el procedimiento también es de enero a mayo de cada gestión.

En sujeción a todos estos antecedentes señalados y en pleno mes de junio, los maestros nuevos y reincorporados tendrán mayores posibilidades de optar a un cargo docente en unidades educativas y centros educativos fiscales y de convenio del Subsistema de Educación Regular, y de Educación Alternativa y Especial.

(*) Luis Callapino López es magister en Políticas de Formación Docente

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La crisis económica ya está y el Gobierno, ‘bien, gracias’

La falta de combustibles también es un termómetro para medir que la economía atraviesa por un mal momento

Alfredo Jiménez Pereyra

/ 13 de junio de 2024 / 10:40

En el gobierno del presidente Luis Arce, Bolivia se caracteriza por ser el único Estado en la región donde los productos suben, pero la inflación es baja; donde el mandatario afirma que no hay plata, pero al día siguiente dice que la economía crece siendo la envidia de otros países; donde la población siente la crisis día a día, pero no así los gobernantes.

El 11 de mayo, Arce dijo que su Gobierno no puede estar en crisis y, por el contrario, aseguró que el país se encuentra en proceso de industrialización. Fue enfático en aseverar que su mandato continuará con el proceso de crecimiento económico, pero que el escenario es desafiante.

Lea: Milei camina sin norte en política exterior

Para el mandatario, las Reservas Internacionales Netas (RIN) se están estabilizando y llegaron a cerca de $us 1.800 millones a abril de este año. Incluso consideró que el “golpe más fuerte” ya pasó y aseguró que la economía se está normalizando.

Sin embargo, a los pocos días, él mismo indicó que su Gobierno necesita créditos internacionales porque “no hay de dónde sacar plata” debido a la baja de ingresos por concepto de hidrocarburos. Con un llamado lacónico, Arce exhortó a la Asamblea Legislativa Plurinacional que apruebe créditos internacionales.

Recordemos que el último informe dado a conocer por la calificadora de riesgo Moody’s rebajó la calificación de Bolivia de Caa1 a Caa3, lo que pone al país en una posición crítica.

A fines de mayo, Arce reconoció que el país atraviesa por “ciertas dificultades” en el acceso al dólar, pero garantizó que “no estamos en una crisis económica estructural, como han señalado distintos analistas económicos”. Para el Gobierno, la escasez de la divisa estadounidense se debe a un desfase en la producción agrícola producto de la crisis climática, que retrasó la llegada de las divisas de exportación.

Sin embargo, es necesario indicarle al mandatario que los precios de algunos productos han subido en las últimas semanas, así como la oferta de éstos debido a la dificultad de los importadores para obtener la divisa estadounidense al tipo de cambio oficial. Esto implica que los importadores suban sus precios al recurrir al tipo de cambio paralelo, que ronda los Bs 9 por dólar. Los rubros cuya materia prima es de importación, como construcción, farmacéuticas, agroquímicos, insumos para maquinarias y otros, reclaman también la falta de acceso al dólar para realizar el pago de los productos.

Hay que recordar que los importadores en Bolivia se dividen en dos grandes sectores. El formal, que normalmente hace sus operaciones bancarizadas y que enfrenta, por ejemplo, el incremento del costo del dólar a través de una “comisión que el Gobierno ha tratado de regular sin mucho éxito”; y, por otro lado, el informal, que necesita divisas en físico porque gran parte de sus transacciones se hacen en las fronteras y son en efectivo. En cualquiera de los dos casos las consecuencias las sufre la ciudadanía con un incremento de precios.

Según estadísticas del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, el país necesita en promedio cerca de $us 2.500 millones al mes para satisfacer importaciones, servicio de deuda, servicio de deuda privada y otro tipo de obligaciones con el exterior. Actualmente, el Banco Central posee en liquidez apenas $us 200 millones, es decir, no es una fuente confiable de divisas, y el sector privado, los bancos que canalizan los dólares de los exportadores hacia los importadores, está enfrentando una serie de problemas porque nuestras exportaciones han caído fuertemente.

La falta de combustibles también es un termómetro para medir que la economía atraviesa por un mal momento. Cientos de camiones cisternas aguardan en refinerías y puertos de Chile, Perú y Paraguay para adquirir los carburantes. No pueden comprar los líquidos porque el pago se hace en efectivo y con dólares. El Gobierno, en su desesperación y para “marear la perdiz”, acusa sin pruebas a la gestación de un “golpe blando” y que los bloqueos en carreteras impiden el paso de los cisternas con los carburantes.

Con todos estos antecedentes hay que preguntarle al presidente Arce: ¿qué país gobierna? E indicarle que no debe subestimar la inteligencia, ni jugar con el bolsillo de los bolivianos, porque más temprano que tarde “le pasarán la cuenta”.

(*) Alfredo Jiménez Pereyra es periodista y analista internacional

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