Manejo de la basura
La construcción de rellenos sanitarios en todos los municipios debiera ser una prioridad estatal.
A la escasez de agua en La Paz se sumó el problema de la basura. Tan solo tres días de paro de los trabajadores a cargo de su recojo fueron suficientes para que la población vislumbre la importancia del adecuado manejo de los desperdicios, así como la gran cantidad de basura que generamos cada día. Asuntos que, por sus implicaciones futuras, no pueden pasar desapercibidos.
En efecto, como el resto de las naciones, Bolivia enfrenta el dilema de que la cantidad de desperdicios crece cada día, pero no ocurre lo mismo con el espacio necesario para depositarlos. Además, estas crecientes cantidades de basura dañan nuestro ambiente y amenazan el bienestar de las futuras generaciones. De allí que el desarrollo de una política pública de manejo de residuos resulta no solo deseable en el país, sino fundamental, más aún tomando en cuenta las graves deficiencias que imperan en este rubro.
Por caso, según alerta un reportaje publicado recientemente en La Razón, tan solo 19 de los 339 municipios (5,6%) del país cuentan con rellenos sanitarios, e incluso muchos de ellos presentan problemas técnicos. Por ejemplo, los de El Alto y Santa Cruz no solamente están alcanzando el final de su vida útil, sino que además manifiestan serias dificultades respecto al tratamiento de los líquidos y gases producidos por efecto de la descomposición de la materia orgánica, lo que da lugar a malos olores y pone en riesgo la salud de la población y de los animales del entorno.
En cuanto a los municipios que carecen de rellenos sanitarios, que son la mayoría, la situación es aún más alarmante, pues la basura se deposita en botaderos municipales, que constituyen un foco de infección y un problema creciente para el futuro. Esta peligrosa deficiencia se explica por la falta de políticas e inversión de parte de los gobiernos locales, así como por la inexistencia de personal capacitado, maquinaria y equipos especializados.
Por ello, la construcción de rellenos sanitarios en todos los municipios del país, con las medidas de control de la contaminación necesarias que garanticen la ausencia de riesgos para la salud y el medio ambiente, debiera ser una prioridad estatal, coordinada entre los diferentes niveles de gobierno. A ello se deberían añadir campañas educativas y programas de reciclaje para un manejo adecuado de la basura, con la participación no solamente de instituciones estatales, sino de toda la población en su conjunto.
Mención aparte merece el manejo de las aguas residuales e industriales en el territorio boliviano, otra de las tareas pendientes en todos los municipios del país; lo que amerita un comentario independiente, máxime tomando en cuenta su relación con la disponibilidad de agua potable, tan escasa y tan apreciada en estos días, y no solamente para el consumo de la población, sino también para el riego de los cultivos.