El año 2008
A reserva del debate sobre el desempeño de la Justicia, no hay que olvidar la historia corta.
La sentencia condenatoria de 15 años de cárcel contra el exprefecto de Pando Leopoldo Fernández, por la denominada “masacre de Porvenir”, ha traído a la memoria el escenario de polarización y enfrentamiento que vivió Bolivia en 2008. A reserva del debate sobre el desempeño e incidentes de la Justicia en este caso, es importante no olvidar la historia corta.
¿Qué pasó en 2008, ese año que “vivimos peligrosamente”? Se produjeron una serie de hechos de facto y violentos que la historia oficial registra como intento de “golpe cívico-prefectural”. El antecedente inmediato es la Asamblea Constituyente que, tras casi año y medio de su instalación en Sucre (agosto de 2006), aprobó en Oruro el proyecto de nueva Constitución Política del Estado (diciembre de 2007). La oposición intentó bloquear el proceso con temas como los dos tercios y la capitalidad plena.
Ante la imposibilidad de abortar el proceso constituyente, la oposición regional, liderada por el Comité Cívico y la Prefectura de Santa Cruz, lanzó la consigna del “proceso estatuyente”. No querían una nueva Constitución Política para el país, sino autonomías departamentales. Y conformaron asambleas provisionales para la rápida elaboración de estatutos que, inconstitucionales, fueron aprobados en 2008 en consultas convocadas y organizadas ilegalmente. Fue la bandera de la llamada Media Luna.
Era el escenario de “las dos Bolivias”, del “empate catastrófico”, de la disputa por el IDH, atizado por algunos políticos, instituciones ad hoc y medios. Hubo incluso voces, más bien aisladas, que hablaban de “guerra civil”. En tal contexto, el 24 de mayo de 2008, en Sucre, al mando del opositor Comité Interinstitucional, varios campesinos fueron humillados y vejados, obligados a marchar semidesnudos, arrodillarse y besar el suelo en la plaza pública. Fue un día de oprobio y del más tosco racismo.
Entonces surgió el inesperado referéndum revocatorio del binomio presidencial y prefectos. Casi todos fueron ratificados. El Gobierno, fortalecido, quiso convocar a consulta para aprobar la nueva Constitución. La respuesta opositora en la Media Luna fueron paros cívicos, agresiones, toma de instituciones y aeropuertos, corte de rutas… El oficialismo alentó un cerco a Santa Cruz. El culmen de la violencia fue Porvenir, el 11 de septiembre, con el asesinato de 11 campesinos y dos funcionarios de la Prefectura.
Así, tras varios episodios que nos llevaron como bolivianos al borde de un incierto abismo, se generaron las condiciones para construir acuerdos, primero con los prefectos, luego en el Congreso Nacional, y convocar al referéndum constituyente que, en enero de 2009, permitió la aprobación en las urnas de la actual Ley Fundamental. Varios protagonistas opositores de aquellas jornadas de 2008 huyeron del país o están presos. Uno de ellos es Leopoldo Fernández, otrora “cacique” de Pando. Hay memoria.