Bosques y agua
La buena salud de las áreas forestales resulta esencial para la conservación del agua dulce en el planeta
Entre hoy y mañana se celebran, no por casualidad, dos fechas muy importantes para el medio ambiente: el Día Internacional de los Bosques, el 21 de marzo, y el Día Mundial del Agua, el 22. Y es que, aunque no todo el mundo lo sabe, la buena salud de las áreas forestales resulta esencial para la conservación del líquido elemento en el planeta.
En efecto, según explican los expertos, los bosques son fundamentales para la recarga de las corrientes subterráneas, al permitir que el agua de las lluvias se filtren más profundamente en el suelo. Además, encauzando de manera natural las corrientes, funcionan como una suerte de esponjas naturales que almacenan grandes cantidades de agua. De allí que resulten fundamentales para evitar inundaciones en épocas de lluvia y para amortiguar las sequías durante las épocas secas.
Por ello, este año Naciones Unidas ha decidido resaltar la importancia de los bosques para mantener la calidad de vida en las ciudades, recordando por ejemplo que en metrópolis calientes plantar árboles en lugares estratégicos puede enfriar el aire hasta en 8ºC; mientras que en las urbes frías pueden mejoran el clima al extremo de “ahorrar la energía utilizada para la calefacción entre un 20 y un 50%”.
A todo ello se suma el hecho de que los bosques limpian el agua de los lagos, arroyos y corrientes subterráneas, suministrando agua potable y sana a muchos centros poblados. Es el caso por ejemplo de la ciudad de Santa Cruz, que depende de la regulación hídrica que proporciona el parque Amboró. Y por si todo lo anterior no fuese suficiente, según señala un estudio del Departamento Forestal de la FAO, los árboles, al igual que cualquier otro organismo vivo, transpiran agua, y al hacerlo “aumentan los niveles de humedad en el aire, un factor esencial para propiciar la lluvia o la nieve”. De hecho, algunos estudios estiman que hasta el 40% de las precipitaciones se originan “a partir de la evapotranspiración (nombre dado a este proceso) de las plantas, incluyendo los árboles”.
En cuanto al agua dulce, no sobra recordar que, según datos de la ONU, los habitantes del planeta ya se han adueñado del 54% de este vital elemento disponible en ríos, lagos y acuíferos subterráneos. Y a pesar de ello, más de 900 millones de personas no tienen acceso a la cantidad mínima necesaria para su subsistencia (entre 20 y 50 litros al día). Situación que previsiblemente se va a agravar a medida que la población mundial aumente, así como el volumen de residuos generados por el hombre, que actualmente contaminan más de 2.000 millones de toneladas de agua al día.
De allí la importancia de conmemorar fechas como la de hoy y la de mañana, pero también y sobre todo de empezar a valorar en su justa medida los humedales y los bosques, impulsando acciones para garantizar su preservación; tanto más importante por cuanto resultan imprescindibles para preservar el agua dulce del planeta.