Relanzamiento de la Escuela de Espectadores (o ¿qué es ser un ‘buen espectador’?)
Imagen: FREEPIK Y FACEBOOK
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Regresa este espacio de apreciación del teatro con Fernanda Verdesoto, Omar Rocha y Camilo Gil Ostria
Qué es, pues, ser espectador? ¿Es, como una de sus raíces etimologías dice, el que simplemente se sienta a mirar, a observar? ¿Es el “buen espectador” el que, al salir del teatro, ha entendido la historia de una obra (que por cierto de ser solo un contenido a ser reproducido no le serviría de nada en la vida)? ¿Es acaso el “buen espectador” el que llora a mares cuando su personaje favorito muere o ríe a carcajadas ante el chiste del actor? ¿Es decir, ser un “buen espectador” se trata de ser el títere del director que mueve sus hilos para que te dejes llevar? ¿Habrá una respuesta clara y concreta sobre qué cosa es esto del “buen espectador”, así como podríamos hablar del “buen cristiano”?
Sí y no, porque ser espectador, como cualquier ejercicio que valga la pena, requiere un doble esfuerzo, cuyas reglas no son claras ni dogmáticas y varían según la obra y el espectador. Cada obra requerirá algo diferente y no hay un método universal para acercarse a ellas. Pero algunos apuntes para ayudarnos puedo proponer a continuación. Por un lado, dejarte llevar, ser un espectador relajado (como soñaba Brecht, pensando también en el espectador del fútbol) y abierto a lo que el otro propone: entrar con la mente en blanco, para enamorarte o renegar con lo que el elenco pone sobre la escena. Pero, por otro lado, el buen espectador no es nunca inocente y sabe que el blanco total es solo un artificio, una ilusión: su mente y sus saberes previos siempre estarán ahí. También es consciente de que el teatro va más allá del simple gesto de contar una historia, pues en cualquier obra (¡incluso en las malas!) se condensan visiones de mundo políticas e ideológicas frente a las cuales hace falta aprender a vivir.
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Parece contradictorio y lo es, la vida está llena de oxímoron. Pero para que el oxímoron se sostenga el espectador necesita desarrollar una práctica. Por eso será que en algo suenan similar las palabras “sentimiento” y “sentido”. Para el primer aspecto, el de la apertura ante el otro, lastimosamente la práctica es individual: nadie puede enseñarte a sentir, a sorprenderte con el teatro. Pero quizás sí, si tienes un buen guía, alguien podría compartir, elegir, llevarte de la mano a esas obras que más disfrutó en su vida. A esas donde, desde el simple hecho de estar sentado aprendió a que, como en un espejo, ante el otro, uno vive y siente, uno experimenta un simulacro de vida posible. El segundo aspecto, en cambio, es mucho más racional y los métodos de acercamiento crítico a una obra sí pueden discutirse y compartirse con mayor facilidad.
La Escuela de Espectadores renace en búsqueda de enfrentar este doble desafío. Pues aunque esta escuela tuvo una primera etapa, entre 2012 y 2021, hemos decido darle una vuelta de tuerca. Este jueves 6 de abril, a horas 19.00 en el Teatro Doña Albina, del Espacio Simón I. Patiño, la Escuela de Espectadores ahora dirigida por Omar Rocha, Fernanda Verdesoto y mi persona, Camilo Gil Ostria, iniciaremos ese viaje con una conferencia virtual de Jorge Dubatti, una función de la obra La saga de los vampiros, de Javier Soria y Luis Caballero, y un conversatorio posterior a la obra, con todavía el sentir y la risa que provoquen la obra caliente. La pieza en cuestión tuvo su primera función en 2005, los tres directores de la Escuela la hemos visto y damos fe con nuestros sellos de que, al ser una historia de dos vampiros que viven desde la antigua Grecia hasta nuestros días, logra no solo ser un golpe de carcajadas tras carcajadas, sino una profunda reflexión sobre la historia de todo Occidente, es decir, de todos nosotros.
El objetivo es ese, durante este 2023, buscaremos programar obras que ya hayamos visto y que sepamos que son una gran forma de iniciarse en el mundo del teatro, obras que nos hagan reír y llorar, que nos hagan sentir al máximo, pero que luego también podamos pensar al máximo, como decía Brecht, pedagogía y entretenimiento deben ser las dos pulsiones que guíen al teatro. Ya hay varios nombres barajándose y programándose entre nosotros y los hacedores: Pis, del Teatro Grito, Eterna, del Altoteatro… Obras que no entienden la “pedagogía” en un sentido escolar, sino en tanto reconocen que al ver al otro morir en escena, aprendemos todos nosotros a vivir… Esa es una de las magias más potentes del teatro. Con esta programación continua y sostenida buscamos fortalecer la primera habilidad del espectador: ser guías amables, que de la mano señalemos un camino y, como Dante con Virgilio, bajemos todos al infierno para conocer nuestros propios deseos.
Para complementar la segunda habilidad necesaria del espectador, la Escuela de Espectadores ha planificado tres talleres teórico-prácticos sobre la historia de nuestro teatro. Las fechas de los talleres serán anunciadas el día de la función. El primero, que estará en manos de quien aquí escribe, sobre La calle del pecado, obra de Raúl Salmón que nos permite re-pensar ese inicio del proceso de la dramaturgia nacional ya señalado por la importante investigadora Karmen Saavedra. El segundo, en manos de Omar Rocha, sobre la emergencia del teatro contemporáneo, con protagonistas como Eduardo Calla y su obra Di cosas cosas bien. Finalmente, Fernanda Verdesoto pondrá sobre la mesa de trabajo, de disección, un taller sobre estéticas performativas latinoamericanas. Mediante estas actividades, la Escuela de Espectadores busca ser un núcleo articulador y formador de un nuevo público en La Paz, uno que pueda dejar de tener tanto miedo a enfrentarse a nuestro teatro y su historia, cuya calidad irregular y ausencia de institucionalidad hace de él un mundo confuso del que es fácil querer salir huyendo… Mostrar, entonces, que en ese caos siguen habiendo razones para amar.
Datos del evento
Relanzamiento de la Escuela de Espectadores. Incluye la conferencia de Jorge Dubatti, función de La saga de los vampiros y el posterior conversatorio de la obra.
Precio de la entrada: 70 bolivianos, 2×1 hasta el día antes de la función
-Venta de entradas: 75217797 / 73731524
-Fecha y hora: 6 de abril a las 19.00.
-Lugar: Teatro Doña Albina del Espacio Simón I. Patiño (av. Ecuador entre Rosendo Gutiérrez y Quito, Sopocachi).
Texto: Camilo Gil Ostria
Fotos: Freepik y facebook