La nobleza de los vinos cruceños
Fotos Landsuá y Gustu
La bodega Landsuá, ganadora de múltiples premios y reconocimientos nacionales e internacionales, muestra su potencial.
Una cena, realizada el 11 de febrero, ofreció una experiencia gastronómica singular a más de 60 personas en la ciudad de La Paz. El restaurante Gustu y la bodega cruceña Landsuá unieron fuerzas para visibilizar el talento, la calidad y el potencial boliviano en la elaboración de vinos.
El menú de tres pasos, con maridaje inspirado en la historia y productos de Landsuá, consistió en pan de arroz acompañado de mantequilla de plátano, queso de cabra, verduras y balsámico de uva de Samaipata, corderito en salsa de moras y cremoso de trigo y un postre de uvas acompañaron la velada. Para la ocasión, la bodega propuso tres tipos de vino: un Chardonnay-Sauvigon Blanc Castilla, el Tannat Parras del fuerte y un Rosé Pinot Noir. “Tenemos el objetivo de conectar a los comensales con los productores, humanizar el trabajo que existe detrás de la producción en pequeña escala versus los vinos de producción masiva, como también promover el consumo de vino boliviano”, detalló la jefa de Cocina de Gustu, Marsia Taha, sobre el evento que se repetirá cada mes con representantes de diferentes bodegas bolivianas en el restaurante paceño.
Luz Landívar, encargada comercial de la bodega, explicó en persona las características y las bondades de los vinos utilizados en el maridaje y recordó que los inicios de Landsuá se remontan a la realización de un sueño de la señora Sandra Suárez, que añoraba contar en su jardín con una parra para revivir uno de los más atesorados recuerdos de sus primeros años: “Mamá quería tener un parral en la casa como cuando era niña y, aunque teníamos dos parrales de uvas criollas en el jardín, debido al calor en la ciudad de Santa Cruz las plantas no crecían adecuadamente porque necesitan un clima más frío”.
Entonces decidieron intentarlo en su finca ubicada en Samaipata (actualmente una de las cinco zonas productivas de vino en el país), donde plantaron dos hectáreas de uva. “Los sabores eran increíbles, tanto de la uva blanca como negra, pero mi papá, Carlos Landívar, quería algo más grande”. Dos años después, la pareja se trasladó a la región de la Calabria en el sur de Italia, lugar de nacimiento de los bisabuelos. El viaje encendió sus sentidos vitivinícolas.
“Mi papá conoció y recorrió los viñedos y olivares del sur de Italia. Entusiasmado y dándose cuenta de que teníamos un territorio similar en Samaipata en 2010, empezó a investigar sobre enología y se contactó con el enólogo sueco Joseph Marie Chanton, a quien trajo a Bolivia durante cuatro años para realizar estudios en las 25 hectáreas de terreno de la finca familiar y conocer sus componentes. Nos recomendó qué cepas cultivar, cómo cortar, cómo cosechar, todo el manejo de la parra de uva”, rememora Landívar. “En 2014 se inició la construcción de la bodega y, finalmente, después de arduo trabajo y gran dedicación, en 2016 llegó la primera vendimia”.
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Para Luz Landívar, la cepa que más resalta en la producción de la bodega Landsuá es el Tannat. “En él se pueden sentir aromas como tabaco, madera, frutos negros, vainilla. Como se trata de vinos que no pasan por barrica, esos olores y sabores se los da el mismo terruar, la misma altura, eso nos ha beneficiado”, afirma. “Otra es el Rosé Pinot Noir, muy difícil de cultivar y somos la única bodega que lo tiene”.
La mano de obra es otro punto a resaltar. Durante la vendimia unas 15 familias, con hombres y mujeres en condiciones de igualdad, tienen trabajo seguro en las hectáreas de producción.

Mercado y premios
La bodega no se conformó con el mercado interno, en el que ya ganaron un importante espacio. Sin precisar cifras, Landsuá ya exportó a Perú, Costa Rica, Brasil, Estados Unidos y hasta al continente asiático.
El trabajo realizado desde 2016 tuvo sus frutos y la bodega fue reconocida por sus líneas Castilla y Parras del Fuerte de vinos varietales. Ambos ganaron en 2019 la Medalla de Plata en el Concurso Mundial de Vinos Catavinum (España) en la variedad Tannat. En 2021 se hicieron acreedores a la Medalla Gran Oro en el Concurso Mundial de Vinos Cervin (Milán, Italia) para el Tannat. Ese mismo año, el Rose de la variedad Pinot Noir de la bodega cruceña también ganó una Medalla de Plata en el Concurso Mundial du Rose (Francia).
Para este año la bodega tiene planes de lanzar nuevas líneas: una de la Gran Reserva Abras del Toro, y la quinta línea Altos de Chané de vinos espumantes.
Una particularidad de Landsuá es que no tuvo inversores ni socios. “Fue 100% a pulmón de mi padre, quien hizo la inversión, no solo de dinero, sino también de tiempo, por el sueño de mi madre. El nombre viene de la unión de los apellidos Landívar-Suárez”, puntualizó Landívar. “Como bodega y como familia estamos muy contentos de estar presentes en un restaurante tan prestigioso como Gustu”.

Texto: Jorge Castel
Fotos: Landsuá y Gustu