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Medicina, la nueva carrera de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”

/ 12 de noviembre de 2023 / 06:24

La UCB comprometida con la excelencia académica y servicio a la sociedad, abre su nueva carrera de Medicina.

La Universidad Católica Boliviana “San Pablo” Sede La Paz, comprometida con la excelencia académica y servicio a la sociedad, abre su nueva carrera de Medicina, una iniciativa que busca formar a la próxima generación de profesionales de la salud con los más altos estándares de calidad y compromiso con la sociedad.

Con extensa tradición académica y firme compromiso con la educación superior, la UCB da un paso adelante en su misión de contribuir al bienestar y el progreso de la sociedad boliviana al ofrecer la carrera de Medicina, la cual se alinea con los estándares internacionales más exigentes y las necesidades de atención médica del país.

La Carrera de Medicina de la UCB se caracteriza por:

Enfoque integral en la formación médica. El plan de estudios ha sido diseñado para proporcionar una educación médica completa y de calidad que integra conocimientos teóricos con experiencia práctica. Los estudiantes adquirirán habilidades éticas, de servicio y de liderazgo necesarias para ser médicos altamente competentes. Durante los años de estudio, los estudiantes adquirirán un sólido conocimiento en anatomía, fisiología, farmacología, cirugía y otras áreas dentro del área de la salud.

Docentes de calidad: La Universidad Católica Boliviana cuenta con un plantel docente con experiencia tanto en su área disciplinar como en la académica. Los estudiantes recibirán una educación de calidad y se beneficiarán de la experiencia de docentes dedicados.

Infraestructura de vanguardia: La universidad ha invertido en instalaciones y equipos de última generación para garantizar un entorno de aprendizaje óptimo. Los estudiantes tendrán acceso a laboratorios, bibliotecas y tecnología de punta.

Énfasis en la ética y la responsabilidad social: La ética médica y el compromiso con la comunidad son valores fundamentales de la carrera de Medicina en la UCB Los futuros médicos serán alentados a servir a la sociedad y promover el bienestar de la comunidad.

Oportunidades de investigación y desarrollo: Esta casa de estudios promoverá la investigación y el desarrollo en el campo de la medicina, permitiendo a los estudiantes participar en proyectos que contribuyan al avance de la ciencia médica y la mejora de la atención de salud en Bolivia.

La apertura de la carrera de Medicina en la UCB Sede La Paz representa un hito significativo en la educación superior de la ciudad y una oportunidad para aquellos jóvenes comprometidos con la vocación médica. La Universidad se enorgullece de contribuir a la formación de profesionales de la salud que desempeñarán un papel crucial en el cuidado de la salud de la población boliviana. Los interesados en obtener más información sobre la Carrera de Medicina de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” Sede La Paz pueden visitar el sitio web lpz.ucb.edu.bo o contactarse  con los números de WhatsApp  75857671 – 77525859.

Juan Ignacio Revollo: el arte de traducir a las montañas

El artista presenta en "El Valle de La Paz: Impresiones del Paisaje" una exploración visual que trasciende la mera ilustración para convertirse en una sinfonía de formas y texturas.

/ 8 de marzo de 2025 / 23:43

Pocos ejercicios como el grabado para entender el proceso de hechura de realización de una imagen: la complejidad, la sucesión de mediaciones, la trayectoria que oscila entre la observación atenta, la pasión por una idea, la justa combinación de instrumentos, la comprensión de secretos y singularidades propios de diversos materiales, la consolidación de recetas en una suerte de cocina simbólica, la agencia del tiempo en la materia y, al final del camino, la estampa definitiva en una superficie de papel, para recién hacerse visible al mundo.

Juan Ignacio Revollo (La Paz, 1982) ha hecho de esta vieja alquimia su oficio y lo ejerce con una poética muy personal y poderosamente enigmática, más aún dada su rebeldía cuando se trata de limitar la gráfica al campo de lo ilustrativo. Muy al contrario, en este caso, la visión, su visión, de Los Andes y de los alrededores del valle de Chuquiago, se manifiesta más como un poema o una sinfonía que como una simple ilustración del paisaje.

El miércoles 5 de este mes, el artista plástico inauguró la exposición «El Valle de La Paz: Impresiones del Paisaje» en la Galería de Arte de la Carrera de Artes y Diseño de la UMSA. La muestra subsume un trabajo de veinte años (2004-2024) de rigurosa indagación sobre la plástica de la cordillera que nos acuna, a través de diferentes procedimientos de grabado.

La exposición estará abierta al público hasta el día viernes 14 de marzo y amerita una o más visitas para disfrutar de una experiencia que invita a la contemplación y al diálogo –íntimo y silencioso– con el sobrecogedor panorama andino, a través de un manejo exquisito de técnicas que nos enseñan que una imagen para ser poética debe ser, sobre todo, una travesía.

Conversamos con Juan Ignacio sobre esta selección que funge, además, como una conclusión en su formación académica pero que trasciende por mucho el formalismo y el trámite de una tesis universitaria para adentrarse en lo realmente importante de una obra plástica: el amor inconmensurable por la imagen, sus técnicas y las emociones que de estas emanan.

¿Cómo ves la evolución en tu trabajo desde 2004 hasta 2024?

Puedo decir que hay una clara evolución en el manejo de las técnicas. A partir de la familiarización con las mismas y la relación que uno va desarrollando en la práctica, suceden encuentros y cabalidades entre lo imaginado y ejecutado.

¿Cómo trabajas el proceso que va desde la idea hasta la imagen plasmada en papel?

Por lo general voy realizando bocetos y trazando ideas en un cuaderno pequeño, resultando en composiciones, entre las cuales algunas, con suerte, logran expresar su propio carácter o, mejor dicho, muestran con qué técnica gráfica o pictórica serían idealmente producidas como obra final. En las técnicas gráficas clásicas, las matrices o planchas son impresas sobre papel, determinando gran parte del acabado final de la estampa. En mi trabajo intento encontrar una sintonía entre la composición grabada, el color de la tinta y el papel que soportará la imagen. Los aspectos que pueden variar entre los diferentes papeles que hay son el grosor, firmeza, textura y color, por mencionar algunos. Todos estos juegan un rol estético, a veces hasta conceptual, en la composición final de la obra.

¿Qué te gusta de las técnicas de aguafuerte y aguatinta?

Me gusta mucho la soltura y expresividad posibles en estas técnicas, tanto como los resultados estéticos que surgen de su impronta sobre el papel. Pero principalmente creo disfrutar más del contacto con los materiales en sus procesos, desde el agua, la plancha fría de metal, los abrasivos y las puntas, los barnices, solventes y otros, que configuran la atmósfera de un taller de grabado. Provocando mi abstracción y concentración en la hechura del trabajo.

¿Qué te gusta de la xilografía?

A diferencia de las técnicas en metal, que encuentro frías físicamente, la xilografía vendría a ser el medio más cálido, si vale el término, entre las técnicas del mundo gráfico. En este caso, el contacto con la matriz es directo durante todo el proceso de grabado. Las pocas herramientas y recursos necesarios hacen de ella una técnica sencilla de ejecutar, pero que a la vez requiere de mucha paciencia y precisión para encontrar la imagen buscada. Otros aspectos que me gustan de la xilografía son la resistencia que ofrece cada madera y la veta única que tiene cada pieza, que puede ser utilizada como recurso gráfico en una composición plástica.

Tu obra, por momentos, pareciera rozar con la abstracción. ¿Cómo relacionas el paisaje con la abstracción?

Encuentro una relación muy estrecha entre ambas configuraciones, hablando en términos de una imagen fija y enmarcada. Como a la vez encuentro en la contemplación del paisaje vivo, fragmentos y piezas hermosas de composiciones visuales, algunas puramente abstractas y otras que también figuran otros paisajes dentro de las mismas.

¿Cómo ves el rol del grabado en medio del tsunami de imágenes que circulan en el siglo XXI mediante redes sociales, videojuegos, plataformas de streaming y, ahora, a través de representaciones generadas por I.A.?

Creo que el grabado y sus medios de producción, que son esencialmente manuales, pueden ser un refugio de la memoria y la cultura gráfica de nuestros tiempos. Para tomar conciencia de lo que implica y significa recrear o fijar una imagen sobre un soporte para luego traspasarlo a otro y así poderla multiplicar.

¿Esta exposición cierra una época o piensas seguir ahondando en esta técnica y en esta poética del paisaje?

Pienso que esta exposición marca un hito en mi carrera profesional. No creo que cierre un ciclo o época, ya que la temática del paisaje todavía me genera curiosidad y, además, el ámbito geográfico donde habito es demasiado potente sensorial y visualmente, por lo que veo difícil que sus rasgos dejen de inspirarme. Sin embargo, espero poder ser crítico y versátil como también ampliar mi asombro por otros aspectos de la vida.

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Lady Gaga lanza ‘Mayhem’: vida y renacimiento de una popstar

El pasado viernes, la estrella del pop neoyorquina presentó su sexto álbum de estudio.

/ 8 de marzo de 2025 / 22:45

Desde sus inicios, Lady Gaga ha sido sinónimo de provocación, excentricidad y una reinvención constante que pocos artistas pop pueden igualar. A casi dos décadas de su debut, la estrella neoyorquina vuelve con su sexto álbum de estudio, Mayhem (que significa caos, violencia). Un regreso electrizante a sus raíces dance-pop, pero con un giro oscuro, industrial y tempestuoso que reafirma su capacidad de desafiar las expectativas.

Grabado en el legendario estudio Shangri-La de Rick Rubin en Malibu, Mayhem es un frenesí sonoro que recoge influencias de David Bowie, Prince, Trent Reznor, y Earth, Wind & Fire. Esta vez, Gaga se sumergió en un proceso de creación que la llevó a explorar la intensidad emocional de sus noches más salvajes. «Es como si te llevara en un viaje a través de una sola noche de locura», dijo en una entrevista reciente.

El álbum está impregnado de una sensación de urgencia, una mezcla de vulnerabilidad y agresividad que refleja tanto su faceta artística como su vida personal. A diferencia de Chromatica (2020), donde la música servía como un escape de su dolor, Mayhem abraza el caos de frente. Parte de esta evolución se debe a la participación de su pareja y co-productor, Michael Polansky, quien, según Gaga, la impulsó a regresar al pop puro después del interludio jazzístico de Harlequin (2024), la banda sonora de Joker: Folie à Deux.

Un sonido que desafía géneros

La variedad sonora de Mayhem es una de sus grandes fortalezas. El disco oscila entre el synth-pop y el industrial, con toques de grunge y funk ochentero. Canciones como Abracadabra canalizan la energía rave de los 90, mientras que Zombie Boy se sumerge en un groove disco futurista. Shadow of a Man, por otro lado, recuerda la electrónica minimalista del French Touch, y Killah, con producción de Gesaffelstein, se adentra en las sombras del trip-hop y el techno.

Pero no todo es oscuridad. Vanish Into You y Love Drug traen destellos de romanticismo con un sonido que evoca a New Order y Yazoo. Y, por supuesto, está Die With A Smile, su exitoso dueto con Bruno Mars que ya le valió un Grammy.

La furia y la crítica a la fama en Lady Gaga

Desde The Fame (2008), Gaga ha sido una cronista del precio de la celebridad. En Mayhem, retoma este tema con más cinismo que nunca. Perfect Celebrity es un himno mordaz que cuestiona la obsesiva búsqueda de la perfección en la era digital, con líneas como «You make me money, I’ll make you laugh» (Tú me haces ganar dinero, yo te haré reir) y referencias a la caza mediática de figuras como la princesa Diana. La canción pinta un retrato despiadado de la industria del entretenimiento, donde la imagen y la rentabilidad prevalecen sobre la autenticidad y el bienestar de los artistas.

No es la primera vez que Gaga toca este tema, pero en Mayhem lo hace con un nivel de desencanto y madurez que resuena con la era de las redes sociales y la presión por la inmediatez. Con la llegada de plataformas como TikTok y YouTube, la definición de «celebridad» ha cambiado drásticamente. Ahora cualquiera puede alcanzar la fama de la noche a la mañana, pero con ello vienen también el escrutinio y la explotación. Gaga juega con esta idea, sugiriendo que la cultura de la celebridad ha perdido su mística y se ha convertido en un producto desechable.

Otros temas del álbum también abordan esta tensión entre la fama y la identidad personal. Don’t Call Tonight habla de los límites necesarios que deben establecerse para protegerse del acoso. “You pull me close and knock me down. Then I beg to come back around. I’m so addicted to your lies, oh, and in the mirror I get weak, at the girl starin’ back at me. They’re your eyes, they’re your eyes” (Me acercas y me derribas. Entonces te ruego que vuelvas. Soy tan adicta a tus mentiras, oh, y en el espejo me debilito, ante la chica que me mira. Son tus ojos, son tus ojos).

Las letras de Lady Gaga

En The Beast explora la relación entre el glamour, el deseo y la caída. “You can’t hide who you are, 11:59. Your heart’s racin’, you’re growlin’ and we both know why. Yeah, we both know why. Turn on the music, turn off the lights, I wanna feel the beast inside. I know you’re hungry, ready to bite, I wanna watch you turn tonight, I wanna feel the beast inside” (No puedes ocultar quién eres, 11:59. Tu corazón late fuerte, estás gruñendo y ambos sabemos por qué. Sí, ambos sabemos por qué. Enciende la música, apaga las luces, quiero sentir la bestia dentro de ti. Sé que tienes hambre, listo para morder, quiero verte transformarte esta noche, quiero sentir la bestia dentro de ti).

El disco también tiene su cuota de rebeldía política. En los Grammy, Gaga usó su discurso de aceptación para defender a la comunidad trans en un momento político tenso en EEUU, un recordatorio de que su activismo sigue siendo una parte esencial de su arte. Al igual que en Born This Way, la cantante no teme utilizar su plataforma para desafiar el status quo y abogar por los derechos de las minorías. Esta dimensión política y crítica convierte a Mayhem en un disco que no solo hace bailar, sino que también invita a la reflexión sobre el precio de la fama y la responsabilidad de las figuras públicas en la sociedad actual.

Un regreso con sabor a legado

La crítica ha sido prácticamente unánime, aclamando Mayhem como un regreso triunfal a la esencia de Gaga, sin que parezca un intento desesperado por revivir glorias pasadas. “El primer álbum de Gaga en cinco años recuerda algunos de sus mejores momentos sin dar la sensación de un paso atrás”, escribió Brittany Spanos en Rolling Stone.

Si bien hay guiños evidentes a The Fame y Born This Way, la cantante logra actualizar su sonido sin caer en la nostalgia fácil. La producción de Andrew Watt y Cirkut añade un pulido moderno, mientras que la colaboración de Gesaffelstein le da un filo inusual para el pop contemporáneo.

En un panorama dominado por la experimentación de artistas como Charli XCX y Chappell Roan, Gaga demuestra que todavía puede marcar la pauta sin perder su esencia. Lo que hace a Mayhem destacar no es solo su sonido ecléctico, sino su capacidad de captar el espíritu de una era donde la música pop se enfrenta a nuevas demandas de originalidad y relevancia.

Además, el álbum muestra a una Gaga más madura, capaz de equilibrar su faceta provocadora con una exploración más introspectiva de su carrera y de su impacto en la cultura pop. Su habilidad para fusionar lo clásico con lo moderno la convierte en una de las pocas artistas de su generación que sigue evolucionando sin perder autenticidad.

Con Mayhem, no solo recupera su trono como una de las artistas pop más influyentes del siglo XXI, sino que también nos recuerda por qué su caos sigue siendo tan electrizante como el primer día. Su capacidad de reinventarse, de renacer una y otra vez, de desafiar convenciones y de mantenerse fiel a su visión artística garantiza que su legado continúe creciendo, asegurando su lugar en la historia de la música pop.

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Oscar 2025: triunfos inesperados y el fin del sueño americano

La comunicadora y periodista Isabel Navia desgrana la última edición de los premios de la Academia de Cine de Hollywood.

/ 8 de marzo de 2025 / 22:32

La nonagésima séptima edición de los Premios Oscar de la Academia ha dejado un sabor agridulce entre críticos y espectadores. Con «Anora» como la gran ganadora de la noche, acumulando cinco estatuillas incluyendo Mejor Película y Mejor Director para Sean Baker, la ceremonia reveló tendencias interesantes sobre el rumbo de Hollywood y su relación con la realidad social contemporánea. La comunicadora y periodista Isabel Navia, quien cuenta con una amplia trayectoria cubriendo cine y cultura, nos ofrece su análisis sobre los ganadores, las controversias y lo que estos premios evidencian sobre la industria cinematográfica actual.

La ceremonia, conducida por primera vez por el comediante Conan O’Brien, logró captar la atención de 19.7 millones de espectadores estadounidenses, aunque el evento continúa perdiendo el brillo de antaño. Navia observa que «los premios Oscar ya no tienen el mismo peso. Creo que su audiencia es cada vez menor, al menos en Estados Unidos». Sin embargo, destaca que este año la ceremonia tuvo aspectos positivos: «Ha sido una buena ceremonia en general, en relación a las anteriores. Ha habido algunos cambios en cómo la han diseñado”.

A diferencia de ediciones pasadas, Navia resalta que «la elección del presentador ha sido acertada. Otras veces han metido la pata profundamente con los presentadores. Este lo ha hecho bastante bien, lo ha manejado bien la ceremonia y el ambiente”.

Los Oscar y el fin del sueño americano

Quizás la mayor sorpresa de la noche fue ver a «Anora» de Sean Baker coronarse como Mejor Película. Para Navia, esta victoria es inesperada pero reveladora: «Es como que le den un premio al cine radical. Él se dedica al cine marginal y lo premian. Además, con la historia de una bailarina de striptease”.

Nuestra invitada explica la relevancia de esta elección. «Me encanta la coincidencia con ‘El Brutalista’, que es otra de las ganadoras de la noche. Porque las dos son cuestionadoras de la situación actual: no hay el sueño americano”. Es precisamente esta coincidencia temática lo que para Navia resulta más fascinante: «El capitalismo salvaje nos está matando, eso entiendo de esas dos películas, y me gusta que te digan que el sueño americano no está ahí. No es lo que nos han dicho y que hayan premiado eso, es algo significativo”.

«El Brutalista», que le valió a Adrian Brody su segundo Oscar como Mejor Actor, es descrita por Navia como «una película monumental en todo el sentido de la palabra» que ha tardado «más de cinco años en producirse”. Para la comunicadora, esta obra es «tan compleja y súper completa y hermosa, y por algo dura tres horas y media que se pasan sin sentirlo”. Sin embargo, también observa que parece «fabricada para el Oscar”.

El fenómeno de «Emilia Pérez»

Una de las mayores controversias de esta temporada de premios fue «Emilia Pérez», que a pesar de recibir trece nominaciones (convirtiéndose en la película de habla no inglesa con más menciones en la historia), solo obtuvo dos estatuillas.

«Emilia Pérez ha sido el gran fiasco de la temporada de premios. La vi con la mejor intención, traté de desprenderme de toda la información previa que me había llegado, pero no pude. Creo que es superficial en su tratamiento”, asevera Navia.

La periodista cuestiona duramente la película. «Tiene textos que parecen traducidos por la versión 1.0 de Google. Tiene escenas muy absurdas. Y aunque logra algunos momentos creativos, no logra hacer lo que pretende”. Agrega que “es muy llamativo que los jurados de festivales hayan quedado asombrados favorablemente» y plantea que esto se debe a que «son fáciles de impresionar porque no conocen la realidad de la que la película cree que retrata”.

«Es una historia que no llega a ser nada de lo que vende. Ni un retrato de narco, ni un musical, ni una realización de las personas transgénero. No es ni chicha ni limonada”, sentencia Navia.

A pesar de estas duras críticas, la especialista identifica algunos méritos. «Las actuaciones son buenas, en general. Hay que reconocerlo. La de Zoe Saldaña, la de Adriana Paz y Karla Sofía Gascón”. Estos comentarios explican en parte por qué Zoe Saldaña logró llevarse el Oscar a Mejor Actriz de Reparto, convirtiéndose en la primera estadounidense de origen dominicano en ganar un Oscar.

La marginación a Denis Villeneuve

Otro de los grandes temas que destaca Navia es la incomprensible marginación de «Duna: Parte 2″ y su director Denis Villeneuve. A pesar de obtener dos premios técnicos, la película fue ignorada en las categorías principales. » Duna II es una película épica que marca un antes y un después en el género, en varios sentidos, además. Es una película filosófica. Es una pieza de relojería en lo técnico. Es asombrosa”.

La crítica es contundente respecto a la omisión de Villeneuve entre los nominados a Mejor Director. «El trabajo de dirección ha sido ignorado de una manera imperdonable. El señor Villeneuve debió estar incluido en la lista”.

Los Oscar y las grandes actuaciones

En cuanto a las categorías de actuación, Navia considera que los premios fueron, en general, bien otorgados, destacando especialmente el trabajo de Kieran Culkin como Mejor Actor de Reparto por «A Real Pain»: «Kieran Culkin es un actor poderoso, fuerte, de gran personalidad, que hace que esta película llegue a ser lo que es”.

Sobre Adrian Brody, ganador como Mejor Actor por «El Brutalista», la crítica señala que «lo hace muy bien, es un tipo de personaje que él ya conoce, es muy parecido al anterior por el que ya ha ganado un Oscar (con El Pianista, 2002)”. Sin embargo, confiesa que hubiera preferido a otros nominados: «Yo me hubiera quedado entre Colman Domingo (Sing Sing) y Ralph Fiennes (Cónclave), que los dos me han parecido absolutamente deslumbrantes”.

En cuanto a Mikey Madison, quien a sus 25 años se convirtió en la novena actriz más joven en ganar el premio a Mejor Actriz por «Anora», Navia la considera junto a Demi Moore (La sustancia) merecedoras por igual. «Demi Moore es fantástica, es más, yo hubiera dado el Oscar a las dos, a Demi Moore y a Nicky Madison, las dos están de lo mejor”.

El triunfo inesperado de los independientes

Uno de los aspectos más destacables de esta edición es el reconocimiento a producciones modestas pero poderosas. Navia celebra el premio a Mejor Película Animada para «Flow», la primera película animada independiente en conseguir esta estatuilla. «Es una película humilde pero auténtica. Y de un país cuyo nombre nadie se acuerda (Letonia). Hecha con recursos modestos y sin pretensión”.

La comunicadora y cinéfila destaca el impacto que este tipo de reconocimientos tiene. «Darle el premio marca un antes y un después para un equipo de realizadores como este. Y la forma en que los han recibido en su país es tremendamente emocionante. Se ha generado toda una fiesta. Ahora son un orgullo nacional”.

Otro ejemplo notable fue «A la sombra del ciprés», ganadora como Mejor Cortometraje Animado. «Este corto en particular fue muy difícil de hacer para sus realizadores. Les ha tomado seis años. Hay que imaginar eso. Les ha tomado tanto tiempo como a ‘El Brutalista’ y dura 19 minutos. En condiciones súper complicadas: en Irán, con malos equipos, con cortes de energía y sin presupuesto”.

El documental y su poder político

En un año marcado por tensiones geopolíticas, el premio a Mejor Largometraje Documental para «No Other Land» adquirió especial relevancia. «Me alegra mucho que se haya premiado a No Other Land. Porque es un premio que da un mensaje poderoso. Ha sido hecho por un equipo palestino-israelí. Y eso es muy importante en este momento», explica Navia.

Esta victoria hizo historia al convertirse en el primer filme palestino en obtener un Oscar, con su codirector Basel Adra siendo el primer cineasta de esa nación en recibir este reconocimiento. La crítica destaca el mensaje de los realizadores en la ceremonia de entrega de los Oscar: «Tenemos que acabar con las injusticias que están sucediendo. Que están dando por la campaña militar de Israel en Gaza. Y nosotros dos estamos trabajando juntos. Y creemos que se puede trabajar juntos para hacer la paz”.

Los Oscar, un reflejo de la industria

Para Isabel Navia, estos Premios Oscar 2025 revelan tanto las virtudes como los defectos de una institución que lucha por mantenerse relevante en un panorama cinematográfico y cultural en constante cambio: «Es una institución ya bastante desgastada. Llevan para los 100 años. Y necesitan renovarse. Pensar cómo subsistir los siguientes 100 años. Porque si siguen igual. Van a estar cada vez peor”.

A pesar de esto, la periodista reconoce el poder que aún tienen estos galardones para visibilizar cine importante y transformar vidas. «Todavía hay algunos logros con un valor real”, asevera.

Los Oscar 2025 quedarán en la memoria como la edición que premió el cine que cuestiona el mito del sueño americano, que dio voz a realizadores independientes de países periféricos y que reconoció la excelencia actoral. Navia advierte que «la Academia ha ninguneado a muchos durante décadas. No es la primera ni será la última”. La pregunta que queda flotando es si la institución logrará reinventarse para los próximos cien años o si continuará su lento declive en relevancia y prestigio.

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Carnaval de Oruro: fiesta, cultura, identidad y transformación

El escritor Sergio Gareca destaca cómo las clases populares se apropiaron de esta tradición, contribuyendo a conceptos como pluriculturalidad que hoy son constitucionales.

/ 1 de marzo de 2025 / 21:33

El carnaval de Oruro es una de las festividades más emblemáticas de Bolivia, reconocida internacionalmente como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO en 2001. Esta celebración, que combina elementos religiosos, culturales y folclóricos, no solo es una expresión artística y espiritual, sino también un reflejo de la historia y las transformaciones sociales del país. A través de sus danzas, música y rituales, el carnaval encapsula la identidad de un pueblo que ha luchado por mantener viva su tradición en medio de los cambios políticos, económicos y culturales de las últimas décadas.

La importancia del carnaval de Oruro trasciende lo festivo; es un fenómeno cultural que ha servido como espacio de resistencia, empoderamiento y reivindicación para las clases populares. Desde sus orígenes en las minas, donde los trabajadores recibían una licencia para celebrar, hasta su consolidación como un evento masivo que atrae a cientos de miles de turistas cada año, esta gala ha sido testigo y protagonista de los cambios sociales en Bolivia. En un contexto globalizado, donde las tradiciones locales a menudo se ven amenazadas por la homogenización cultural, las jornadas en Oruro se erigen como un bastión de identidad y diversidad.

Un carnaval, una vida

Para profundizar en este tema, conversamos con Sergio Gareca, escritor, poeta y seguidor de esta tradición. Gareca, oriundo de Oruro y actualmente radicado en Santa Cruz, nos ofrece una mirada única sobre cómo han evolucionado las carnestolendas, cómo ha sido influenciado por los cambios sociales y políticos del país, y cómo las nuevas tecnologías están transformando su experiencia.

En esta entrevista exclusiva con Escape, de La Razón, el escritor también reflexiona sobre las diferencias entre lo que pasa en Oruro y otras manifestaciones en Bolivia, destacando la riqueza y diversidad cultural del país.

«En Oruro, el carnaval no es algo que ocurre en un fin de semana; es una fiesta que se vive durante cuatro meses», explica Gareca. «Es una intensidad que se refleja en cada aspecto de la vida, desde los ensayos de las diabladas hasta las procesiones religiosas. Es algo que está integrado en nuestra psicología social».

El carnaval como reflejo de los cambios sociales

Los festejos en la capital orureña no han sido ajenos a los cambios que han sacudido a Bolivia en las últimas décadas. Gareca señala que, tras la declaratoria de la UNESCO en 2001, la festividad experimentó un auge turístico sin precedentes. En ese momento “se llegó a una cifra, no sé si astronómica, tal vez irresponsable, pero la recuerdo con claridad. Decían que la cantidad de gente en Oruro subió cerca a las 800 mil personas en esos días de carnaval. Es decir, casi el triple de la población usual de la ciudad», recuerda. «Había carpas en las plazas, los hoteles estaban llenos, y la gente literalmente vivía en las calles. Era una fiesta increíble, pero también empezó a generar autocríticas y contracríticas».

Este boom turístico coincidió con un proceso de empoderamiento de las clases populares en Bolivia, un fenómeno que Gareca vincula directamente con la evolución del evento. «El carnaval de Oruro tiene sus raíces en las minas, donde los trabajadores recibían una licencia para divertirse en febrero», explica. «Con el tiempo, las clases populares empezaron a apropiarse de la festividad, mientras que el carnaval de los blancos, más parecido al carnaval europeo, quedó marginado».

Historia

Sin embargo, Gareca destaca que este proceso no fue lineal ni exento de tensiones. «En los años 60, hubo un discurso oficial que promovía el mestizaje como solución cultural para el país», señala. «Esto llevó a la incorporación de danzas como los tinkus y los caporales, que representaban otras regiones de Bolivia. Pero también generó un debate sobre quién colonizaba a quién».

Este debate cultural, que se desarrolló en las calles y no en los ámbitos académicos, tuvo consecuencias políticas profundas. «El resultado fue la pluriculturalidad, la multiculturalidad y el plurilingüismo, conceptos que hoy son oficiales en la Constitución boliviana», afirma Gareca. «El carnaval de Oruro es un reflejo de este proceso, donde las clases populares aspiran a la oficialidad, y los blancos y mestizos buscan identificarse con la cultura indígena».

La digitalización del carnaval

En los últimos años, el Carnaval de Oruro ha experimentado otro cambio significativo: la digitalización. Las redes sociales y los teléfonos móviles han transformado la forma en que la gente vive y comparte la festividad. «Ahora, gracias a los celulares, podemos mostrar al mundo lo que antes solo se vivía en Oruro», dice Gareca. «Los ensayos de la diablada, las procesiones, las danzas… todo se graba y se comparte en TikTok y otras plataformas».

Este fenómeno ha generado una nueva dinámica, donde la interacción y la presencia en redes sociales se han convertido en parte esencial de la experiencia. «La gente quiere mostrar que está ahí, que participa de la fiesta», explica Gareca. «Es algo enriquecedor, porque permite captar momentos muy especiales, como cuando los danzarines bailan alrededor de un anciano de 90 años para celebrarle la vida. Es algo vivencial, no solo un espectáculo».

Sin embargo, esta digitalización también ha generado tensiones entre quienes buscan preservar la tradición y quienes abrazan los cambios. «Hay sectores en Oruro que sienten nostalgia por el carnaval de 1945, que consideran el prototipo de la festividad», señala Gareca. «Pero la realidad es que se ha ido evolucionando y estos cambios dialécticos son parte de su esencia».

Oruro y Santa Cruz

Vivir en Santa Cruz ha permitido a Gareca contrastar la celebración de Oruro con otras festividades en Bolivia, como el carnaval cruceño. «En Oruro, el carnaval es una fiesta que ocupa gran parte de la vida de la gente», dice. «En Santa Cruz, en cambio, el foco está en el trabajo. La gente aquí es muy trabajadora, y estas fiestas son algo más puntual».

Gareca destaca que, mientras en Occidente se trata de una fiesta que integra a toda la comunidad, en Santa Cruz hay una mayor diversidad de identidades. «Mi barrio en Santa Cruz está lleno de migrantes del Chaco, del valle, del altiplano… cada uno con su propia identidad», explica. «Muchos de los jóvenes aquí no participan en los festejos del centro, sino que prefieren regresar a sus rituales antiguos, como el carnaval de Vallegrande».

Esta diversidad, sin embargo, no es un obstáculo, sino una riqueza. «Cada departamento en Bolivia tiene su propia identidad y su propia locura», dice Gareca. «Los orureños son psicóticos, los paceños son histéricos… cada ciudad tiene su particularidad psicológica. Y el carnaval es un espacio sagrado donde estas identidades se expresan».

La fragilidad y la belleza del carnaval

«Oruro es una pampa árida, donde predomina el amarillo», explica nuestro invitado. «El carnaval es como una flor que florece en esa pampa, una precosecha donde las flores están ahí, pero son frágiles. Nosotros somos así: expuestos, sin secretos, con una devoción que puede parecer patética, pero que es profundamente auténtica».

Esta fragilidad, sin embargo, es también lo que hace al carnaval tan especial. «En nuestras canciones, en nuestras danzas, respondemos a las preguntas fundamentales del ser humano: ¿quién soy? ¿a dónde voy?», dice Gareca. «El carnaval es una respuesta a la vida, un eterno retorno al socavón, al origen. Y eso es lo que lo hace inalcanzable para otros carnavales».

Sergio Gareca es escritor, poeta y estudioso del carnaval en Bolivia. Ha publicado varios libros y recibido numerosos premios por su obra literaria. Actualmente reside en Santa Cruz, donde continúa explorando las múltiples facetas de la cultura boliviana.

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Adiós a Gene Hackman, un coloso adorable

Gene Hackman, reconocido actor estadounidense, falleció a sus 95 años. Su carrera de seis décadas fue premiada con dos Oscar, dos BAFTA y cuatro Globos de Oro.

/ 1 de marzo de 2025 / 21:21

Gene Hackman, el reconocido actor estadounidense, dejó una marca indeleble en la industria cinematográfica con su imponente presencia y sus interpretaciones llenas de matices. Su carrera, que abarcó más de seis décadas, fue reconocida con numerosos galardones, incluidos dos premios de la Academia, dos premios BAFTA y cuatro premios Globo de Oro. La capacidad del artista californiano para aportar profundidad y complejidad a sus personajes le valió el respeto tanto de sus pares como del público de todo el mundo. Tras conocerse de su fallecimiento a los 95 años, el pasado miércoles, los colegas actores y profesionales de la industria le rindieron homenajes, celebrando no solo sus logros artísticos, sino también su humildad y amabilidad como persona.

Perfil y carrera

Nacido el 30 de enero de 1930, Eugene Allen Hackman comenzó su trayectoria en la industria del entretenimiento después de servir en el Cuerpo de Marines de los EEUU Inicialmente siguió una carrera en radio y televisión antes de pasarse al cine y al teatro. Su papel decisivo llegó con la película de 1967 Bonnie and Clyde, que le valió su primera nominación al Oscar como Mejor Actor de Reparto. Esto marcó el comienzo de una carrera histórica que lo vería sobresalir en una amplia gama de géneros, desde drama y acción hasta comedia.

Uno de los papeles más emblemáticos que interpretó fue el de Jimmy «Popeye» Doyle en The French Connection (1971), por el que ganó su primer Oscar como Mejor Actor. Esta actuación consolidó su estatus como protagonista y mostró su capacidad para interpretar personajes con autoridad y vulnerabilidad. Su interpretación de Lex Luthor en la serie Superman solidificó aún más su reputación como un actor versátil capaz de manejar papeles tanto dramáticos como cómicos.

El segundo Oscar de Hackman llegó por su papel de reparto como «Little» Bill Daggett en Los imperdonables (1992) de Clint Eastwood. Esta película, un western revisionista, destacó la capacidad de Hackman para aportar profundidad y matices a personajes complejos. Sus actuaciones en películas como Mississippi Burning (1988), Hoosiers (1986) y The Royal Tenenbaums (2001) siguieron demostrando su alcance y talento.

Fuera del escenario y vida personal

A pesar de su imponente presencia en la pantalla, Hackman era conocido por su humildad y timidez fuera del escenario. Prefería una vida tranquila, a menudo evitando los focos y la atención del público. Este contraste entre su personalidad en la pantalla y su comportamiento personal solo se sumó a su misterio como actor. El actor se casó dos veces, primero con Faye Maltese y luego con Betsy Arakawa, con quien compartió su vida hasta la muerte.

Su vida personal estuvo marcada por un amor por la sencillez y un desdén por el glamour que a menudo se asocia con Hollywood. Una vez se describió a sí mismo como «un minero común y corriente», lo que refleja su naturaleza realista. Esta humildad y falta de pretensiones lo hicieron querido por quienes lo conocieron y admiraron.

El legado de Gene Hackman

El legado de Gene Hackman va mucho más allá de su impresionante lista de créditos cinematográficos. A menudo se lo conoce como el «actor de los actores», lo que demuestra el respeto que se ganó de sus colegas. Clint Eastwood lo elogió por ser «demasiado bueno para no actuar». Kevin Costner también habló muy bien de Hackman, nombrándolo como uno de los mejores actores con los que ha trabajado.

El impacto de Hackman en la industria cinematográfica es evidente en la forma en que abordó sus papeles. Aportó un nivel de autenticidad y profundidad a sus personajes que los hizo identificables y memorables. Su capacidad para transmitir autoridad con humanidad y reserva era incomparable.

Tras su muerte, los homenajes de la comunidad cinematográfica destacaron no solo su talento, sino también su calidad personal. Su filmografía sirve como recordatorio del poder de la narración auténtica y la importancia de mantenerse fiel al oficio de uno.

Testimonios

Nathan Lane, que coprotagonizó con Hackman la reedición en inglés de la clásica comedia La Jaula de las Locas (La Cage aux Folles, 1978), uno de los mayores éxitos de su carrera, recordó con profundo afecto el tiempo que trabajaron juntos.

«Gene Hackman era mi actor favorito, creo que se lo decía todos los días que trabajamos juntos en la película», dijo Lane en una declaración. «Al observarlo de cerca, era fácil ver por qué era uno de los mejores. Nunca lo podías ver actuando. Sencillo y sincero, reflexivo y conmovedor, con solo un toque de peligro».

Añadió que «era tan brillante en la comedia como en el drama y, afortunadamente, su legado cinematográfico vivirá por siempre. Fue un tremendo privilegio poder compartir la pantalla con él y sigue siendo uno de mis recuerdos más preciados”.

El comediante Hank Azaria, que interpretó un papel secundario en La Jaula de las Locas, también le rindió un homenaje, al tiempo que se refirió al director del film, el fallecido Mike Nichols.

«Fue un honor y una experiencia educativa trabajar con Gene Hackman», escribió Azaria en las redes sociales. «Mike Nichols dijo sobre su genial interpretación de personajes: ‘siempre le dio a cada papel que interpretó una parte diferente del verdadero Gene’. Envío todo mi amor a su familia y amigos».

Morgan Freeman, quien protagonizó junto a Hackman Unforgiven y Suspicion de 2000, honró al actor en una publicación propia. «Uno de los momentos más destacados de mi carrera fue darle vida a la película francesa Gardé a Vue (Bajo sospecha, 2000) con el increíblemente talentoso Gene Hackman. Y, por supuesto… Unforgiven. Descansa en paz, amigo mío».

Dos anécdotas

Una de las historias personales más memorables de Gene Hackman se remonta a su tiempo en el Pasadena Playhouse, una escuela de teatro donde estudió antes de lanzar su carrera. En aquella época, él y su compañero de clase, Dustin Hoffman, fueron votados como «los menos propensos a tener éxito» por sus profesores. Esta predicción no solo no le desanimó, sino que encontró en ella motivación para demostrar su talento.

Después de dejar la escuela de actores, Hackman se mudó a Nueva York, donde trabajó como portero en el hotel Howard Johnson’s de Times Square. En un giro del destino, un profesor del Pasadena Playhouse que había sido particularmente duro con él pasó por el hotel. Al verlo vestido con un uniforme de portero, el profesor se acercó y le dijo: «¡Ves, Hackman, te dije que nunca llegarías a nada!». Esta anécdota refleja la determinación y la perseverancia del laureado actor, quien finalmente demostró su talento al mundo.

Lex Luthor y el bigote

Otra anécdota inolvidable de Gene Hackman está relacionada con su icónico papel como Lex Luthor en la película Superman (1978). En ese momento, se había dejado crecer un bigote y estaba reacio a afeitárselo para el papel. Sin embargo, el director Richard Donner encontró una forma empática para intentar convencerlo.

“Me presenté al primer día de pruebas de maquillaje para Superman con un fino bigote de Lex Luthor que me había dejado crecer para el papel”, contó Hackman en 2021, en un homenaje a Donner. “Dick, que llevaba su propio y atractivo bigote, me dijo que el mío tenía que desaparecer. Se comprometió a perder el suyo si yo me quitaba el mío. Fiel a su palabra, celebró mi última pasada de cuchilla arrancando alegremente los bigotes falsos que había adquirido para la ocasión”.

Esta anécdota muestra no solo el humor y la creatividad de Donner, sino también la capacidad de Hackman para adaptarse y comprometerse con sus papeles.

El pasado miércoles fueron encontrados sin vida el cuerpo suyo, el de su esposa, Betsy Arakawa,y uno de sus tres perros. Las autoridades informaron que no había señales de violencia.

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