El Tour Gourmet: Caseritas de Bolivia
‘El Tour Gourmet. Guía y recomendaciones gastronómicas’ es el nuevo sector en el que Fernando Recomienda da su ‘top five’ de la semana en La Razón.
Este jueves 23, Fernando Recomienda propone conocer la oferta de las caseritas del país. Este es el top five de la semana:
Doña Bárbara
Un gran porcentaje de las personas que se dedican a la venta de comida en Bolivia son caseritas que a través de sus emprendimientos gastronómicos logran salir adelante llevando el sustento a sus respectivas familias. Esto, con sabrosas recetas muchas veces heredadas de sus abuelas, madres y hermanas.
Un ejemplo de ello es el puesto de Doña Bárbara que se encuentra, desde hace más de 35 años, en la plaza España; muy cerca de la estatua de Miguel de Cervantes Saavedra (el autor de Don Quijote), en el barrio de Sopocachi, en La Paz. Atiende desde el mediodía todos los domingos junto a sus siete hijos; sirviendo deliciosos platos como el picante surtido, falso conejo o su muy solicitado picante de lengua.
Casera Maricruz
Un kiosko que está ubicado hace más de 60 años en la calle Francisco Bedregal, casi esquina Romecín Campos, en el paceño barrio de Sopocachi. Tiene actualmente uno de los desayunos más económicos de la ciudad. Solamente Bs 8 la taza de café, té, sultana (infusión a base de la cáscara del café), cocoa o café con leche; y el contundente sándwich (sánguche) en crocante pan de marraqueta con palta, queso y tomate.
Lo atiende diariamente desde hace 11 años la sumamente amable señora Maricruz, quien era enfermera de profesión y a raíz de un accidente que le afectó la cadera tuvo que hacerse cargo del negocio heredado de su madre para poder subsistir. En este lugar también podrás servirte sándwiches de carne molida, bife, huevo, carnes frías y pan con queso.
Casera Valeria
¿Hay alguna comida al paso más rica y nutritiva que la de un choclo con queso? Ésa fue la pregunta que me hice caminando en una calurosa mañana por la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, más precisamente a la altura de las calles Sucre esquina Cochabamba, frente al populoso Mercado Nuevo, donde tiene su puesto la señora Valeria, que desde hace casi 25 años te ofrece este delicioso alimento (actualmente por cuatro unidades de choclo a solamente Bs 10).
Puedes encontrarla todos los días desde las 10.30 hasta las 17.00 y es gracias a este emprendimiento, que inicialmente se ubicaba en las inmediaciones del mercado La Ramada que esta esforzada trabajadora ha logrado comprar su casita y salir adelante en la capital oriental junto a sus hijos, que actualmente ya son profesionales.
Doña Blanca
Dicen los que tienen buen diente que la capital gastronómica de Bolivia se llama Cochabamba y en ella podemos encontrar caseritas como Doña Blanca, una agradable señora que te atenderá personalmente invitándote a disfrutar sus típicos platos entre los que destacan sus enormes silpanchos. Doña Blanca tiene hace más de 40 años su puesto ubicado en el mercado 27 de Mayo (calle 25 de Mayo y Jordán), parte del patrimonio histórico cochabambino que ya tiene más de 100 años.
Este mercado, muchas veces nombrado erróneamente como 25 de Mayo (la confusión tiene que ver con el nombre de la calle donde está situado) debe su nombre a las heroínas de la Coronilla, un grupo de mujeres que en la guerra de la independencia se enfrentaron valientemente a las tropas realistas, un 27 de mayo de 1812, razón por la cual, además, esa fecha se celebra en Bolivia como el Día de la Madre.
Señora Cristina
Una tradición familiar chuquisaqueña que empezó hace más de 150 años es la que actualmente mantiene vigente la señora Cristina Ledezma, en su famosísimo puesto de chorizos artesanales llamado Siete Lunares, en la ciudad de Sucre, capital de Bolivia.
En este puesto, atendido por varias generaciones desde 1870, podrás encontrar, además de los icónicos chorizos servidos en pan con lechuga y tomate, diversos embutidos como carnes frías, jamón cocido, enrollados y queso de chancho procesados artesanalmente bajo recetas alemanas celosamente guardadas por la familia.
Según me contaron, el nombre se habría originado por el apodo que un alemán puso a una de las integrantes de la familia, de nombre Susana, quien hacía gala de siete visibles pecas faciales.
Si deseas servirte estos chorizos al plato con ensalada con una de las caseritas más conocidas de la ciudad, puedes visitar el local en la Av. Manco Kápac 247.
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