Un Dakar más
El Dakar 2017 ya es historia. Fue la primera vez de Paraguay como país anfitrión, aunque solo se lo sintió en el comienzo dada su condición de sede de la partida y nada más. Bolivia pisó más fuerte por las cinco etapas y el único día de descanso en su territorio. Y Argentina fue de nuevo la cuna de esta carrera.
El Dakar 2017 ya es historia. Fue la primera vez de Paraguay como país anfitrión, aunque solo se lo sintió en el comienzo dada su condición de sede de la partida y nada más. Bolivia pisó más fuerte por las cinco etapas y el único día de descanso en su territorio. Y Argentina fue de nuevo la cuna de esta carrera, a la que tuvo siempre en su seno desde que llegó a Sudamérica en 2009.
Según el cristal con el que se mire, a este Dakar se lo puede recordar de diferente manera: Por ejemplo, por los recortes casi constantes del kilometraje de las pruebas cronometradas y el par de etapas anuladas, que además fueron las dos más difíciles y una de ellas la más larga. No debe ser lo mismo para un piloto ganador subir al podio sin haberlas pasado. El clima jugó un papel preponderante en ello.
O por ahí en la retina de muchos lo que más se ha quedado ha sido la participación de la población en Bolivia y el inigualable recibimiento a la caravana. Si el duro Dakar se convierte en fiesta en algún momento, precisamente es cuando entra a territorio nacional. En esta ocasión volvió a ocurrir.
No hubo fatalidad y eso es lo que cabe rescatar de estas dos semanas dakarianas. Sí se registraron accidentes, pero fueron en el marco de lo «normal». Algo de bueno hizo la organizadora ASO en ese sentido y fue reducir el riesgo al que, de todas maneras, se exponen los participantes.
Los equipos grandes continuaron batallando por el título. Los chicos, participando con el único objetivo de llegar a Buenos Aires, sin importar en qué lugar.
Fue bueno lo que hizo la representación nacional. Una parte de sus corredores entró no solo a dar la vuelta completa, sino a competir con ganas de superación, y hay resultados que saltan a la vista y son favorables.
En fin. Concluida cada edición del Dakar —que casi siempre deja imágenes imborrables—, la pregunta es la de siempre: ¿cómo será y por dónde pasará la próxima?
(16-01-2017)