El cuerpo para explorar la identidad de género
Namu Teatro presentará la obra ‘Naya: Deconstructiva guía para habitar(te)’ en la Cúpula de Adobe.
Reconocerse en uno mismo, explorar lo que se es, lo que se quiere ser, lo que se puede ser. Para ello, el teatro como lenguaje y el cuerpo como instrumento. “¿Quieres ser normal y no sabes cómo? ¡Nosotros tenemos la solución!”, anuncia el grupo Namu Teatro para promocionar la presentación de su obra Naya: Deconstructiva guía para habitar(te), obra que se presentará el 7, 8, 9 y 10 de marzo a las 19.30 en la Cúpula de Adobe (Parque Urbano Central, al frente de la estación de transferencia del PumaKatari).
Se trata de una creación colectiva de Alison Agar Román Céspedes (licenciada en dirección teatral en Corea), Fabián Gutiérrez Aigner (estudiante de teatro en Córdoba, Argentina) y Camilo Gil Ostria (teatrista y crítico que trabaja en La Paz), quienes han gestado este proyecto como un proceso colectivo —en una primera fase, lo hicieron a distancia—, y es así, en conjunto, como dialogan sobre su trabajo con Tendencias.
“Naya” significa “Yo” en aymara y “Yo soy” en coreano. El título resume el concepto de la obra que nació de una necesidad de explorar la construcción de identidades con relación al género. “Esta problemática nos atraviesa como sociedad y como individuos, determinando ciertas estructuras identitarias que generan una violencia instalada en el cotidiano, en nuestras relaciones humanas, en los medios de comunicación… Mediante esta propuesta buscamos explorar nuevas formas de habitar la escena y nuestros cuerpos a través de un discurso físico, irónico y poético que cuestione estas agresiones sistemáticas”.
La aproximación se hizo a través del cuerpo y las posibilidades que éste ofrece. “El proceso implicó un desarrollo interno y externo de nuestros cuerpos, buscando deconstruir las premisas del cómo ser; obligándonos a confrontarnos con nuestras propias barreras, ejercicio que desea una mirada sincera respecto a nuestra histórica concepción de género. Basándonos en nuestras experiencias personales sobre esta imposición que no nos ha permitido habitar libremente nuestro estar, tomamos una postura crítica, en la cual notamos que no podemos salir totalmente del sistema; sin embargo, indagamos sobre nuevas formas de pertenecernos. Ha sido posible traspasar estos sentires a una (a)puesta en escena no convencional mediante un entrenamiento corporal que habilita un descubrimiento orgánico de otras posibilidades de creación”.
¿Por qué recurrir al trabajo físico? Porque el cuerpo sabe. “Nos revela aquellas razones que nos cuesta procesar. La creación colectiva de una partitura física pone a nuestros cuerpos a la deriva y lo convierte en un acto de protesta. El propio concepto trabajado problematiza el cuerpo y por eso hacer con él es un hacer político. Éste va dibujando en el espacio casi de manera intuitiva, la mente llega a editar. Nuestro cuerpo es la parte más palpable de nuestra identidad, somos nuestros cuerpos y buscamos que éstos se exploren”. Vivos, reconciliados, potenciadores, sanadores y diversos, el lenguaje del cuerpo es universal y escapa a la precisión de las palabras, ofreciendo a la vez contundencia y sutileza. “El lenguaje físico va mucho más allá de la palabra hablada. Es una materialidad potente cuando se lo coloca en un estado artístico, ya que intensifica un espacio de resistencia y confrontación”.
Para afrontar la creación colectiva, que obliga a debatir, negociar y unificar subjetividades, se optó por aprovechar la oportunidad de verse a través de otros ojos. “Fue un proceso de muchas frustraciones y muchos logros que permitieron un aprendizaje más profundo y comprometido. En este caso intervienen tres pasados, tres visiones de mundo, tres subjetividades, compartiendo el timón de este proceso… Esto ha sido un reto, pero también nutrió cada fragmento, permitiendo que uno vea en el otro lo que éste no ve en sí mismo. El explorarse y explorar al otro nos llevó a que superáramos cada obstáculo desde cualidades y calidades específicas de cada cuerpo. Una meta común facilitó este errar, del que devinieron las decisiones de esta creación que no opacó nuestras diferencias y las impulsó. Esperamos que el espectador sea parte de la experiencia, aporte desde su propio sentir y sea consciente de la posibilidad que nuestra obra permite”.
Las entradas tienen un costo de Bs 30 y se pueden reservar llamando al 65626886.