Agua y áreas protegidas
Como ningún otro elemento en el planeta, el agua connota la idea de vida y salud
El agua connota la idea de vida y salud como ningún otro elemento, tanto en los textos —académicos y periodísticos— como en los discursos políticos y en las charlas de sobremesa. Sin embargo, en la mayoría de las regiones no se suele apreciar su importancia a cabalidad, sino solamente cuando falta. Y eso es justamente lo que acaba de ocurrir en la capital del país.
En efecto, a raíz de la ruptura del canal (Ravelo) que transporta el líquido elemento a la planta de potabilización, causada el 14 de mayo por el deslizamiento de un cerro a 30 kilómetros de Sucre, al menos 50 barrios de esa ciudad se quedaron sin agua potable durante una semana. No sobra recordar que los paceños vivieron una situación similar en 2011, pero por mucho más tiempo, cuando un megadeslizamiento dejó sin hogar a cerca de 4.000 personas y a decenas de miles más sin agua potable por más de dos meses.
Tanto en entonces como ahora, primero en la sede de gobierno y ahora en la Capital, la población aprendió, de la peor manera, lo que significa vivir cotidianamente sin la dotación regular del vital elemento, recurriendo a carros cisterna, vertientes y lagunas para poder satisfacer necesidades básicas que muchas veces damos por sentadas, como cocinar, lavar la ropa y los utensilios, bañarse o entrar al baño. Esto, sin olvidar los apuros que atravesaron las escuelas, restaurantes y centros de salud.
Ahora bien, no cabe duda de que ambas experiencias han contribuido para que la población adquiera una mayor conciencia sobre la importancia de cuidar el agua, poniendo en relieve que es responsabilidad de todos preservar la cadena que nos proporciona este vital servicio; evitando por ejemplo el lavado de los automóviles con manguera, duchazos de más de diez minutos y el despilfarro tanto en los festejos de Carnaval como en los emprendimientos mineros e industriales.
Empero, no sobra recordar que si bien usar este elemento de forma racional resulta imprescindible para su preservación, las buenas costumbres de poco o nada servirán si las fuentes y funciones ecológicas que producen el agua no reciben el debido cuidado. Estamos hablando de los acuíferos, lagunas, glaciares y bosques, muchos de los cuales se encuentran en los parques naturales del país.
De allí la importancia de proteger estas áreas, esenciales no solo para garantizar el agua dulce en el país, sino también porque la fauna y la flora silvestre son una fuente insustituible de genes, que a través de una combinación apropiada dan lugar a los frutos, verduras, cereales y carnes que actualmente alimentan a la población. Un patrimonio de incalculable valor que hoy está en riesgo no solamente por el cambio climático, sino también debido a las políticas extractivas y normas como el recientemente aprobado Decreto Supremo 2366, que autoriza el desarrollo de actividades hidrocarburíferas en las áreas protegidas del país.