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Cómo se sostienen

El corazón de Patricia Mariaca

/ 5 de noviembre de 2023 / 07:12

‘Corazón botánico’, de Patricia Mariaca, se exhibirá en la galería de arte Altamira hasta el 7 de noviembre

Cuentan que en los inicios de la aviación comercial —en la primera mitad del siglo pasado— un pasajero de bigote espeso y puro en la boca caminaba frenético por el pasillo de un avión vociferando “¡Cómo se sostiene, cómo se sostiene!”, el personaje era Groucho Marx. Me viene la historia a la mente cuando veo los objetos, las plantas, las flores, las macetas de las obras de Corazón botánico, muestra que Patricia Mariaca expone en la galería de arte Altamira —calle José María Zalles #834 – bloque M-4, San Miguel— y me pregunto “¿dónde se sostienen?”.

Y descubro ante mi interrogante que esa es la magia y la fantasía de su obra. Semillas más grandes que las hojas, hojas que surgen de la nada, y si por casualidad se sostienen en una maceta, esta es siempre más pequeña y desvalida que la planta que acoge. Y recorre nuestra mirada las lianas que de largo a largo cruzan un lienzo o recordamos pequeños platos superados por ajíes de los que no nos admiramos por su tamaño sino por la intensidad de sus colores.

Con Patricia iniciamos una mutua seducción desde hace varios años, provocaciones a medias y propuestas nunca consolidadas. A decir de la galerista Daniela Espinoza, intentamos una cueca pero no salían los pañuelitos. Hoy cerramos esa brecha y felices le damos la bienvenida a Altamira. No descubrimos lo ya descubierto, y nos alegra saber que su trabajo suma en seducción, adquirida, además, por una suerte de pausa dedicada a ver en vivo esas semillas y esas hojas que hoy vuelven a sus telas.

Y si por algún motivo el probable lector de este texto indaga la anécdota de Groucho Marx, debo confesar que la busqué sin encontrarla y solo recurrí a mi memoria, pero en la búsqueda me topé con esta frase de él que me libera de la rigurosidad “Citadme diciendo que me han citado mal”.

Entreveo unas mesas, sí, tal vez en eso se sostengan los objetos, pero ¿dónde se sostiene las mesas?

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Perfil  

Patricia Mariaca nació en Santiago de Chile, pero tiene nacionalidad boliviana. Actualmente radica en La Paz. Licenciada Cum Laude en Arte con mención en pintura de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Estudió en el taller de Sammy Benmayor y en el Instituto de Arte Contemporáneo Plaza Gil de Castro de Santiago. Sin embargo, sus primeras lecciones de arte las recibió en los talleres de los artistas Raúl y Antonio Mariaca, su padre y su tío respectivamente. Obtuvo la condecoración Pedro Domingo Murillo, “Honor al Mérito”. La Paz, 2002.

Texto: Ariel Mustafá R.

Fotos: Patricia Mariaca

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Mario Conde ¿Y la exposición?

El artista paceño presenta la exposición ‘Opera Summa’ en la galería Altamira de La Paz

Por Ariel Mustafá R

/ 1 de septiembre de 2024 / 06:17

Una parte fundamental del mundo de las artes plásticas es la publicación de libros que acompañen la producción creativa de los artistas. Huelgan los ejemplos de todos los museos del mundo y las grandes editoriales dedicadas casi exclusivamente a este fin. Nuestro país no es ajeno a ello, aunque a decir verdad la producción editorial vinculada a las artes plásticas es altamente limitada. Son contadas las publicaciones referenciales de arte en Bolivia, este motivo nos llevó, el año 2020, a publicar el libro Arte contemporáneo en Bolivia.

Sin embargo, la publicación de obras monográficas tiene una producción más intensa. Tal es así que de autores como Raúl Lara, Alfredo La Placa, Enrique Arnal, María Luis Pacheco, María Esther Ballivián, por citar algunos, hay libros publicados en los que se da a conocer al

artista y a su obra. Un común denominador entre todos ellos es que normalmente se realiza de artistas que ya no están entre nosotros. Esto tiene algunas explicaciones válidas, pero creemos que no debería ser necesariamente una norma. Por ello, en pocos días presentaremos el libro monográfico de un artista vivo, probablemente el artista en activo más importante de este momento en el país, nos referimos al maestro Mario Conde Cruz.

Trabajando en una sola técnica: la acuarela, Mario Conde despliega en técnica y contenido una maravillosa propuesta que despierta la admiración tanto en los grupos que defienden como en los que defenestran el arte moderno. Con un trabajo realista y surrealista al mismo tiempo, y su pensamiento anarquista con obras cargadas de ironía y sabiduría hacen sorna de la política —independientemente de la ideología— los manierismos del folclore, las instituciones sociales y su devenir en nuestro tiempo.

Dueño de un gran sentido del humor, su influencia entre los artistas, tanto nóveles como con trayectoria, es innegable y todos lo consideran un Maestro en el campo de las artes; pues en estos tiempos de cambios en las premisas del arte y con artistas conceptuales que pugnan por ganar protagonismo en las esferas del movimiento artístico con instalaciones, performances y propuestas innovadoras, la presencia de Conde y la admiración que se le profesa lo convierten en la bisagra que une el arte moderno con el arte contemporáneo.

Son tantos los motivos que justifican la publicación de este libro, que utilizamos este espacio dedicado a su exposición para promoverlo.

Por cierto, ¿y la exposición?, fantástica, como siempre. Irreverente, desafiante, provocadora. Opera Summa se exhibirá hasta en la galería Altamira (calle José María Zalles Nº834 – bloque M-4, San Miguel).

Mario Conde: maestro acuarelero.

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Perfil

Mario Conde Cruz  nació en La Paz, en 1956, ciudad en la que reside. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes Hernando Siles, institución que actualmente lo cobija como docente, donde obtuvo la especialidad en pintura y grabado, decantándose por la acuarela. Es considerado un gran maestro en esta especialidad. Comenzó exponiendo sus obrasa en la plaza Humboldt de la ciudad de La Paz.

Texto: Ariel Mustafá R.

Fotos: Mario Conde

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Roxana Hartmann Lo cotidiano de la cotidianidad

La muestra ‘The Queen’ de Roxana Hartmann se exhibirá en la galería Altamira (San Miguel) hasta el 27 de agosto.

Por Ariel Mustafá R

/ 18 de agosto de 2024 / 05:40

Cuando los objetos cotidianos se transforman en arte, que a su vez se transforman en objetos cotidianos, lo más probable es que estemos siendo testigos de determinadas manifestaciones artísticas cuyas propuestas reflejan/tergiversan/activan el entorno del que en un principio creemos ser parte, que creemos compartir, pero sucede que nuestro mundo de pronto carece de color, sus aburridas formas nos abruman y la realidad retoma su presencia monótona, cargada de tedio.

Ignoro si existe el Síndrome de Alicia, pero si no existe deberían crearlo, porque nada más natural que un juego de cartas o un conejo con reloj de bolsillo. Nada más natural, claro, pero en el mundo que a momentos Roxana Hartmann nos permite ser testigos. Porque no necesitamos mundos inventados de la nada cuando nuestro entorno nos ofrece más, mucho más de lo que podemos ver, ahora que deban ser traducidos por una paleta de pintura, es otro asunto.

OBRAS: ROXANA HARTMANN
OBRAS: ROXANA HARTMANN

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No quisiera caer en la tentación evocadora de nombrar una mesa para volverla mesa, ni nombrar una pecera para volverla pecera. Como no quisiera pensar en María Luisa Pacheco cuando veo ciertos trazos de ella en la obra de Hartmann. Pero es inevitable, debo repetir mesa, pecera, María Luisa para saber que estoy ante una artista que se toma todo tan en serio que no sabemos si nos presta su mundo de a ratos o nos pide prestado el nuestro.

Dice de ella José Jorge Saavedra que “cuando está en Typica (…) se toma su segundo café con sus amigos imaginarios” y entonces vislumbramos la posibilidad de ser nosotros esos sus amigos, no importa que no nos vea, de momento solo queremos compartir su realidad verdadera con nuestra realidad imaginaria.

* La artista visual y curadora Roxana Hartmann presenta la exposición The Queen en la galería Altamira (calle José María Zalles #834 – bloque M-4, San Miguel) hasta el 27 de agosto.

‘The Queen’

Hartmann concibe, construye y proyecta sus obras de arte a partir de contundentes y abarcadoras investigaciones que transforma, bordando subjetiva y selectivamente en pieles que reverberan como manifiestos visuales.

Estas pieles aparecen como frames contestadores de una literalidad a partir de un enredo de pulsiones estéticas donde es el gesto el que transforma, y nos transforma, por las arterias sensoriales que irradian de Hartmann a sus obras de arte y viceversa. Es el gesto el motor propulsor que articula el vocabulario peculiar que con palabras-obras u obras-palabras y que en otras y todas las modalidades artísticas contemporáneas pauta y surge invisibles, inducidas o perceptibles como torbellinos aún y siempre en dialécticas transposiciones artísticas.

Andrés I.M. Hernández

Perfil

Roxana Hartmann nació en la ciudad de Santa Cruz en 1977, donde actualmente reside. Artista visual y curadora. Investiga sobre la memoria y la identidad, asociando el tiempo y los espacios cotidianos con su propia historia. Objetos de uso doméstico, mobiliario y textos son los detonantes en su propuesta, así también el cuerpo: órganos y cadencia. Su práctica es amplia siendo la pintura su recurso más frecuente. Curadora del proyecto para artistas jóvenes contemporáneos de Bolivia, Libro Amarillo®. Gestora de varias iniciativas colectivas en la ciudad y algunas provincias.

Texto: Ariel Mustafá R.

Foto: Tácito Carvhalo

Obras: Roxana Hartmann

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El paseo de la línea

Una pintura de Raul Lara

Por Ariel Mustafá R

/ 9 de junio de 2024 / 11:41

Quienes conocían a Raúl Lara (1940, Oruro — 2011, Cochabamba) dicen que siempre estaba dibujando. Que lo hacía con lo que tenía a mano y que sus eventuales modelos —sujetos y objetos— no se sabían inmortalizados por un lápiz o un bolígrafo, o tal vez sí y preferían mantenerse en ese espacio de ser y no ser. De pronto ser un dibujo de Lara se convertía en una ambición. Ambición inimaginable hoy, como el nombre de esta exposición —Raúl Lara, entre líneas y sueños inimaginables, que se exhibirá hasta 25 de junio en la galería Altamira (c/ José María Zalles Nº 834 Bloque M4, San Miguel, en La Paz)—, bautizada, por cierto, por su esposa Lidia, y sus hijos Ernesto y Fidel.

Entonces, de pronto toma vida una frase de Paul Klee, para quien dibujar era “sacar una línea a pasear”, y eso es de lo que hoy somos testigos con esta muestra. 48 dibujos en diferentes técnicas, algunos con golpes de color, la mayoría no. Creemos reconocer en ellos algunas de sus obras y algunos de los momentos que dieron forma a una carrera artística que a cada paso creaba personajes que hoy son viejos conocidos nuestros.

Diríase que son bocetos, pero no, son obras acabadas que a veces se parecen en algo a pinturas coloreadas con los azules y rosados tan afines al Maestro, pero las que hoy vemos no pueden ser esbozos o ideas, no pueden serlo porque se ve en ellas la magia de quien decía “Ay, si pudiera dibujar solamente”.

Quien se acerque a la muestra y se detenga ante alguno de los dibujos, descubrirá escondidos pequeños detalles, hallazgos que querrá comunicar a quien esté cerca, porque lo que vale no es guardar el secreto sino expandirlo a viva voz para que el disfrute sea general. Y si además se tiene suerte, con algo de cuidado, encontrará algunos textos de su puño y letra, mensajes encriptados, reflexiones al azar y, perdido por allí, un número de teléfono que seguro el Maestro, a falta de papel, anotó a la volandas.

Por eso elegimos Raúl Lara para festejar nuestro octavo aniversario. Porque su obra enriquece la Galería Altamira y su presencia está viva sacando a pasear esa línea de la que Klee nos hablaba.

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El paseo de la línea

Dibujos del desaparecido maestro orureño se exhiben en la muestra ‘Raúl Lara, entre líneas y sueños inimaginables’

Por Ariel Mustafá R

/ 9 de junio de 2024 / 06:31

Quienes conocían a Raúl Lara (1940, Oruro — 2011, Cochabamba) dicen que siempre estaba dibujando. Que lo hacía con lo que tenía a mano y que sus eventuales modelos —sujetos y objetos— no se sabían inmortalizados por un lápiz o un bolígrafo, o tal vez sí y preferían mantenerse en ese espacio de ser y no ser. De pronto ser un dibujo de Lara se convertía en una ambición. Ambición inimaginable hoy, como el nombre de esta exposición —Raúl Lara, entre líneas y sueños inimaginables, que se exhibirá hasta 25 de junio en la galería Altamira (c/ José María Zalles Nº 834 Bloque M4, San Miguel, en La Paz)—, bautizada, por cierto, por su esposa Lidia, y sus hijos Ernesto y Fidel.

Entonces, de pronto toma vida una frase de Paul Klee, para quien dibujar era “sacar una línea a pasear”, y eso es de lo que hoy somos testigos con esta muestra. 48 dibujos en diferentes técnicas, algunos con golpes de color, la mayoría no. Creemos reconocer en ellos algunas de sus obras y algunos de los momentos que dieron forma a una carrera artística que a cada paso creaba personajes que hoy son viejos conocidos nuestros.

Diríase que son bocetos, pero no, son obras acabadas que a veces se parecen en algo a pinturas coloreadas con los azules y rosados tan afines al Maestro, pero las que hoy vemos no pueden ser esbozos o ideas, no pueden serlo porque se ve en ellas la magia de quien decía “Ay, si pudiera dibujar solamente”.

Quien se acerque a la muestra y se detenga ante alguno de los dibujos, descubrirá escondidos pequeños detalles, hallazgos que querrá comunicar a quien esté cerca, porque lo que vale no es guardar el secreto sino expandirlo a viva voz para que el disfrute sea general. Y si además se tiene suerte, con algo de cuidado, encontrará algunos textos de su puño y letra, mensajes encriptados, reflexiones al azar y, perdido por allí, un número de teléfono que seguro el Maestro, a falta de papel, anotó a la volandas.

Por eso elegimos Raúl Lara para festejar nuestro octavo aniversario. Porque su obra enriquece la Galería Altamira y su presencia está viva sacando a pasear esa línea de la que Klee nos hablaba.

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‘Raúl Lara, entre líneas y sueños inimaginables’ se exhibe en Altamira (c/ José María Zalles 834 Bloque M4 San Miguel).

Perfil Raúl Lara Torrez nació en la población minera de San José, Oruro, en 1940. Falleció en 2011 en la ciudad de Cochabamba. Siendo niño se inició en las artes en el taller de su hermano Gustavo.  En 1957 estudió en los Talleres de la Asociación Estímulo de Bellas Artes de Buenos Aires. Ganó una beca de la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova. Su obra muestra, entre otros, el impacto que le provocó el cholo, el mestizo, el Carnaval de Oruro, la fiesta del Gran Poder y los prestes.

Texto: Ariel Mustafá R.

Obras: Raúl Lara

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Un hoy matizado de pasado

La artista Rosmery Mamani presenta la muestra ‘Orígenes’ en galería Altamira hasta el 26 de marzo.

Por Ariel Mustafá R

/ 17 de marzo de 2024 / 07:00

Cuando una artista como Rosmery Mamani bautiza su exposición como Orígenes, no queda más que detenerse a pensarla en otros lugares del mundo alejados no solo geográficamente de su pueblo natal, sino, y sobre todo, culturalmente. Son diez años de su tránsito casi cotidiano por Europa y debemos suponer que el eje en el cual desarrolla su obra va sufriendo pequeños –o grandes– cambios que no solo tocan sus telas y sus pinceles, cambios que pretenden apoderarse de la creadora.

Entonces debe suceder un detente, un freno que permita una mirada hacia atrás, pero no el atrás temporal, el de los años vencidos, sino aquel que te sostiene, el atrás donde tus raíces son visibles sin importar los frutos, aquellos frutos que de tan refulgentes obnubilan tu entorno, que levantan tanto polvo de estrella que solo cuando se asientan sientes que se apaciguan y que de a poco recobras la mirada al todo. El fruto es vital, sí; pero las raíces lo son todo.

Quiero creer que Rosmery, con esta exposición, reasigna a su pasado el valor que teme haber olvidado y, cual homenaje del pródigo, le ofrece lo mejor de sí, salpicándolo, claro, de matices y colores imposibles en su tierra; de guiños cuasi surrealistas que acompañan a sus abuelos, a sus niños, a sus danzantes.

Supongo que la artista nos quiere decir que nunca perdemos el pasado si lo tenemos vivo en nosotros.

Que tal suerte la nuestra, la de galería Altamira (Calle José María Zalles #834 Bloque M4, San Miguel) , que sea esta nuaestra exposición centenaria. Cien exposiciones en casi ocho años. Como Rosmery, disfrutamos el presente, pero no olvidamos que este hoy está matizado de pasado.

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La muestra de Rosmery Mamani se exhibirá hasta el 26 de marzo en Altamira.

Perfil

Rosmery Mamani nació en la comunidad Cajiata, a orillas del lago Titicaca, Provincia Omasuyos de La Paz, Bolivia.  Premio West Design – Faber Castell Award «The Pastel Society 120th Annual England Exhibition» Mall Galleries. Londres, 2019. Premio del Salon International du Pastel Saint-Brisson sur Loire. Francia, 2019. Premio Caran D’ache «Prima Mostra Internazionale del Pastello in Italia». Roma, 2018. Premio Pastel Journal Award Pastel Society of America 45th Annual Exhibition. New York, 2017. Primer Premio Salón Internacional de Pastel de l”Est Parisien. Francia, 2016. Primer Premio “Galería Monticelli” II Bienal Internacional de Pintura al Pastel, Oviedo. España, 2013. Segundo Premio Internacional “Bice Bugatti – Giovanni Segantini 2011” Nova Milanese. Italia, 2011. Primer premio de dibujo y grabado Salón Pedro Domingo Murillo. La Paz, 2009.

Texto: Ariel Mustafá R.

Fotos: Rosmery Mamani

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