Con la cueca, hasta las últimas consecuencias
Willy Claure actuará en La Paz con la Orquesta Filarmónica de Cochabamba.
‘Willy Claure Sinfónico’ llega a La Paz tras su paso por Cochabamba y Sucre. Será el próximo jueves 21 en el Cine Teatro 16 de Julio
Willy Claure regresa a La Paz para cantar cuecas con una orquesta detrás. La primera vez que Willy hizo algo parecido se pierde en el recuerdo. Fue en 2001 en el Teatro Municipal con la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la batuta del recordado David Handel. Ahora, más de 20 años después, Claure homenajea a la cueca boliviana a través de sus canciones y de las composiciones legendarias del género. Esta vez, con una Filarmónica detrás. El escenario será el Cine Teatro 16 de Julio y la cita, este próximo jueves. Sonarán míticas cuecas como Palomitay, No le digas y De regreso; instrumentales como A mi vieja; y cuecas de Willy como Cantarina, Salamanca, Hasta siempre o Cueca del abrazo. Son cuecas para escuchar, “es un vuelo para los oídos”.
– Los arreglos sinfónicos han corrido por cuenta de la Orquesta Filarmónica de Cochabamba y su director Miguel Ángel Salazar, ¿cómo ha sido el trabajo minucioso de cada arreglo en cada cueca?
– Los arreglos orquestales fueron subvencionados por la Fundación Cultural Cueca Boliviana, es decir, los honorarios de los maestros arreglistas Gastón Arce, Manuel Rocha, Daniel Pérez, César Scotta y el mismo Miguel Ángel Salazar se han pagado gracias al apoyo de la Fundación. Son arreglos orquestales de muy buen nivel musical y la ejecución musical dirigida por Miguel Ángel y ejecutada por más de 34 músicos es excepcional. Para mí, es una experiencia muy refrescante y deliciosa. Es un trabajo minucioso y delicado porque puedes imaginarte al arreglista componer melodías para cada instrumento que acompañen al canto; no es nada fácil pero se logró hacer algo maravilloso. Soy un músico comprometido con la cueca y amo lo que hago y más aún amo compartir con mi público.
– La cueca nació como género popular y por muchos años fue vilipendiada. ¿Pierde ese carácter/alma en este tipo de presentaciones orquestales?
– Pienso que la cueca boliviana tiene un antes y un después a partir de la declaratoria de la Ley Nacional 764 que la nombra patrimonio boliviano del Estado Plurinacional el 30 de noviembre de 2015, además de darle un día de celebración cada primer domingo de octubre. Y como yapa, tenemos la ley 1453 que declara a los nueve departamentos de Bolivia como capitales itinerantes y rotativas de la cueca boliviana. Este año, la segunda capital de la cueca boliviana será Chuquisaca.
Pienso que el interpretar cuecas bolivianas con el acompañamiento de una orquesta filarmónica es vestir a la cueca con un traje no convencional, quizás elegante pero fundamentalmente es para escuchar la cueca. Estas interpretaciones no salen de la forma tradicional; quizás no tienen un carácter festivo y alegórico porque le dimos más atención a la parte auditiva y poética.
– ¿Cómo se ve una cueca con los oídos?
– La cueca boliviana tiene tres dimensiones fundamentales: la danza, la poesía y la música. Yo no bailo (mucho); escribo cada vez un poco más, pero disfruto mucho de la composición de las melodías. Y tomando en cuenta que la música es el arte de combinar los sonidos agradables al oído, hace que me olvide del baile. De ninguna manera es algo despectivo o ninguneante para la danza maravillosa de nuestras cuecas, es simplemente que como músico le presto más atención a la parte musical. Y el hecho de contar con un acompañamiento de ensueño con los instrumentos de cuerda y viento es realmente un vuelo para los oídos.
– Esta será la cuarta vez que cantes cuecas con una orquesta. Me acuerdo que en 2001 la ciudad de La Paz recibió el concierto con mucha sorpresa y placer, al mando del maestro David Handel. ¿Qué has aprendido de esas experiencias?
– Si, recuerdo el año 2001 cuando David Handel me invitó a ser parte de un programa de música boliviana liderado por la Orquesta Sinfónica Nacional. Para mí, fue realmente un momento muy hermoso, porque se plasmaba prácticamente las ideas que perseguía, que las cuecas no solamente sean para bailar si no también para el disfrute auditivo. En septiembre y octubre de 2023 se dieron las presentaciones en Cochabamba y Sucre. Y ahora es como subir a más de 3.600 metros y compartir con el fantástico público paceño. Tuvimos el dilema en su momento de venir a La Paz y buscar una orquesta local para aminorar los gastos pero las experiencias en Sucre y Cochabamba fueron tan lindas que decidimos correr el riesgo y deseamos seguir con los mismos músicos. Tengo la confianza de que será hermoso compartir con el numeroso público paceño que sigue con atención y cariño mis actividades cuequísticas.
– En tu labor de recuperación y revalorización de la cueca, has rescatado viejas tonadas y también has compuestos nuevas cuecas. ¿Dónde está el secreto/desafío de lanzar nuevas canciones sin “traicionar” el género?
– Soy presidente de la Fundación Cultural Cueca Boliviana y lo que intenta nuestra institución es preservar y conservar la esencia de las cuecas tradicionales bolivianas. Arrancamos con la fundación el 6 de junio de 2016 y llevamos adelante un simposio nacional donde llegamos a definir oficialmente la forma de la cueca boliviana, tomando como modelo nuestro segundo himno nacional el Viva mi patria Bolivia. En aquel encuentro hubo participantes que sugerían que no se podía encasillar a la cueca en formas rígidas. Pero ¿cómo podemos componer cuecas si no tenemos formas establecidas? ¿cómo podríamos jugar fútbol en un campo sin arcos ni líneas o límites de espacio? Sin embargo, yo mismo presenté la “cueca alternativa boliviana” que da opción a músicos intérpretes de diferentes géneros musicales como el rock, jazz, etc. a interpretar a su manera, incluso no rigiéndose por las formas tradicionales y no preocupándose por las formas establecidas por los bailarines. O sea, la cueca alternativa puede tener más o menos estrofas o no hacer “jaleos” etc.
–Hace poco se homenajeaba con una biografía y condecoraciones a Encarnación Lazarte Zurita, conocida como “Mama Encarna”, mito viviente, leyenda del género. ¿Cuál crees que es su legado?
– “Mama Encarna” Lazarte es un orgullo boliviano y cochabambino; existen cuecas en Chile, en Perú (con el nombre de marineras) en Argentina, en México pero cuecas en quechua, solo en Bolivia y “Mama Encarna” es la pionera en componer cuecas en quechua.
– ¿Hay que estar enamorado para componer cuecas? ¿Willy Claure lo está?
– Estoy enamorado de la cueca boliviana, estoy casado con ella hasta las últimas consecuencias (se ríe). En principio, el tema amoroso o amatorio es fundamental en la cueca, sobre todo en el ritual dancístico. La danza conlleva un ritual de coqueteo, galanteo y conquista. Sin embargo, existen situaciones en que esos sentimientos musicalmente se convierten en un sentimiento nacionalista. Si contemplamos la historia de Bolivia es justamente durante la Guerra del Chaco cuando nacieron muchas cuecas hablando del amor a la patria y a la vida misma. Cuecas que tenían un fondo de pena y nostalgia por el país o por la familia. Pero bueno, como te decía antes, generalmente la definición de la cueca es de carácter amoroso. Y las cuecas que son más oídas y difundidas son las que hablan de la belleza del amor. Pongo como ejemplo, modestia parte, la Cantarina, compuesta en este siglo.
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– El repertorio del jueves estará formado por 20 cuecas. ¿Cómo has elegido la lista entre clásicos y temas propios?
– Como hablábamos antes, ya tuve la experiencia de tocar con la Orquesta Sinfónica Nacional en 2001 con arreglos orquestales que fueron encargados por la Fundación Arnold Schwimmer. Esos arreglos estaban en mi escritorio. Pero desde esa fecha hasta hoy he compuesto muchas cuecas que no llevaban más arreglos musicales que los de mi guitarra. Es ahí donde intervienen Miguel Ángel, Manuel Rocha y Gastón Arce con nuevos arreglos de obras que tuvieron buena aceptación de parte de mi público. Es un repertorio preparado a la medida de mi hermoso público.
– Al final del concierto tendrás cuatro cuecas sin arreglos orquestales. Son Cueca para no bailar, Olvídate de mí, No le digas y Cantarina. ¿Por qué prefieres tocar estos temas en solitario?
– No faltó tiempo ni ganas para hacer más temas con la orquesta. Simplemente me gusta ofrecer a mi público también lo que muchos prefieren: la “simpleza” de la voz y la guitarra. Es importante tener también un espacio para mostrar mi relación con mi instrumento, que es la guitarra.
– Tenías hace un tiempo la idea de publicar un libro con estos arreglos (en un género muy poco cultivado en Bolivia), una gira por Europa, un disco dedicado a Chuquisaca por su capitalía de la cueca 2024… ¿cómo van esos planes?
– Sí, me gustaría mucho hacer un compendio de las obras presentadas y plasmarlas en un libro gordo para poder viajar con este bajo el brazo y ofrecerlo a distintas orquestas de otros países y mostrar nuestras cuecas bolivianas tocadas por otras orquestas en cualquier parte del mundo. Esto implica mucho trabajo en la compaginación, edición e impresión de estas obras porque son las partituras generales y las “particellas” de cada instrumento. Es un proyecto lindo y pienso que lo llevaré adelante. Este año Chuquisaca es la capital de la cueca boliviana. El año pasado fue Tarija y le hice mi homenaje con un disco que se llama Tarija, tierra encantada que incluye cuecas tarijeñas. Este año le debo a Chuquisaca también una producción discográfica con cuecas chuquisaqueñas, estoy en eso, intentando componer un par de cuecas dedicadas a la bella Chuquisaca.
– ¿Cómo te sientes después de haber regresado a Bolivia hace unos años tras vivir décadas en Europa?
– Viví un poco más de 20 años en Suiza pero nunca me desconecté de mi Bolivia. Hace cuatro años volví para quedarme y costó un poco tomar la decisión definitiva debido a conflictos políticos, pandemia y algunos otros detalles que intentaron empujarme de regreso a Suiza pero finalmente Bolivia me retuvo y aquí estoy, contento. Los conciertos con la Orquesta Filarmónica de Bolivia fueron idea de la Productora T.ok —concretamente de Raquel Rocha y del director musical de la Orquesta Miguel Ángel Salazar— que me propusieron realizar este proyecto y acepté con mucho gusto. Hicimos dos presentaciones a fines de septiembre e inicios de octubre del año pasado en Cochabamba y Sucre y dejamos pendiente venir a La Paz, Ahora ha llegado el momento. Ahora, es la cueca para escuchar.
*El concierto “Willy Claure Sinfónico” está a cargo de la Productora T.ok de Raquel Rocha y la co-producción de Sala A1 de Pablo Paredes. Los precios para este jueves 21 en el Teatro Cine 16 de Julio son: 180, 150 y 100 bolivianos. La venta de entradas es en el restaurante Cacique Siñani de la plaza del Estudiante, de 10.00 a 21.00. Venta por WhatsApp al celular: 624 222 89. Información al celular 695 010 79.
Texto : Ricardo Bajo Herreras
Fotos: Alma Tunante