El irrespeto de Méndez
En el fútbol boliviano hay de todo, hoy en día incluso jugadores irreverentes, es decir, irrespetuosos, que son capaces —seguramente por la ambición que les persigue o por los malos consejos que reciben— de romper su propia palabra y negarse a cumplir con ella.
Hay un caso puntual que debe ser tomado en cuenta: Luis Méndez —un zaguero de buenas condiciones— se fue de vacaciones cuando concluyó el torneo Clausura de la anterior temporada firmando un contrato que es lo mismo que dar la palabra —y por lo general la palabra es lo que más vale— para volver a filas de The Strongest.
No fue la primera vez —y ojalá que no se vuelva a repetir—, pero a la hora de retornar a su fuente de trabajo no lo hizo, ahora dio un paso más —en falso— y no sólo retrasó su llegada como había ocurrido antes, sino que forzó a que del otro lado la dirigencia se cansara de esperarlo y dijera basta, por más que existiera un papel firmado.
Las diferencias pueden existir, las hay, pues también son parte del fútbol, donde asimismo suelen darse cambios de posturas porque todo el mundo sabe que esto es un negocio. Nunca será un pecado recibir una oferta y ser tentado para dar un paso diferente al comprometido.
Lo que está mal es la forma cómo, en este caso, Méndez ha obrado. Lo sencillo, lo correcto, hubiera sido dar la cara, negociar la salida del club al que ya no quiere volver y hacerlo de la mejor manera; pedir disculpas y emprender un nuevo camino. Ocultarse o ‘perderse’, no contestar las llamadas, ‘trabajar’ por atrás por otros intereses, no hizo otra cosa que dejar una pobre imagen de la persona más que del jugador.
Este tipo de situaciones debería ameritar sanciones. De hecho, The Strongest —si sus dirigentes quisieran— podría dejar “colgado” a un futbolista que se hizo la burla del club y de su propio compromiso.
El fútbol boliviano está mal por muchas cosas y encima debe soportar actitudes como la presente. Honestidad —que la tiene la mayoría de sus actores— es una cuestión que le haría bien en todos los sentidos y en algunos casos quizás el esfuerzo que hacen quienes tratan de sacarlo adelante se verían más recompensados.
Mientras tanto, Méndez volverá a la cancha, a seguir pateando.