Personas allegadas al tenis, periodistas deportivos, familiares y amigos de los miembros del nuevo directorio 2019-2021 de la Asociación Paceña de Tenis (APT), que fue posesionado por Jannet Ferrufino, directora municipal de Deportes, estuvieron presentes en el Círculo de la Unión.
Personas allegadas al tenis, periodistas deportivos, familiares y amigos de los miembros del nuevo directorio 2019-2021 de la Asociación Paceña de Tenis (APT), que fue posesionado por Jannet Ferrufino, directora municipal de Deportes, estuvieron presentes en el Círculo de la Unión. “Esta nueva camada de dirigentes tiene que superar el reto, orientando y llevando adelante esta disciplina. Tienen que tener en cuenta que la unidad hace que las instituciones sean fuertes, por lo que ese es mi deseo para ellos”, dijo Ferrufino. El presidente saliente de la APT, Ricardo Aguirre, expresó su satisfacción por la predisposición de los nuevos integrantes de estar en la dirigencia. “Ser dirigente es ser muy valiente porque de ahora en adelante van a estar en la mira de todos los socios y clubes”. Finalmente, Jessica Kushida, la presidenta entrante, señaló que trabajará en la masificación de este deporte y en el apoyo a los mejores tenistas. “Se debe inculcar el deporte a los niños porque ‘mente sana en cuerpo sano’”, subrayó.
El mapa de Bolivia convertido en dije de plata con un corazón en cualquiera de los nueve departamentos es parte de la colección Patria de la marca Churka Designs, creada por María José Sarabia, más conocida como Churka. Esta colección nació en noviembre de 2019 a causa de los conflictos sociales en el país suscitados durante ese mismo periodo.
“Hasta ahora tengo desarrollados casi 70 diseños de la colección, algunos que han sido edición limitada y otros que se siguen repitiendo como el mapa de Bolivia con corazón en diferentes departamentos, que es el que más vendo”, dice Churka.
Los diseños de los dijes están divididos por departamentos. Así, cada uno de ellos tiene distintos símbolos que los caracterizan. En el caso de La Paz, por ejemplo, está el Illimani, los micros, los teleféricos, el sombrero de chola paceña, el lluchu, la máscara de morenada, entre otros. Para Cochabamba se tiene el sombrero y la pollera de la chola cochabambina. La flor de patujú y la máscara de abuelo chiquitano en Santa Cruz, y así para cada uno de los departamentos de Bolivia.
“Esta colección la lancé en un momento de creatividad y depresión. Cuando surgieron los conflictos, creé Patria desde el fondo de mi corazón”, resalta la diseñadora.
Churka asegura que esta colección le salvó de la banca rota en ese momento complicado, sumado el periodo de la pandemia y pospandemia donde no tenía mucha entrada económica y afirma que incluso hasta ahora le sigue generando réditos, pues siempre hay alguien que va a buscar los dijes de esa colección. Gracias a eso ella puede confirmar que “en toda crisis, hay una oportunidad”.
A la colección Patria le fue tan bien con sus dijes que pueden ser adaptados a collares, pulseras, aretes y anillos, y por eso también la replicaron, cuenta Churka. “Si bien el mapa de Bolivia lo han hecho antes, el concepto de esta colección ha sido mío y ahora ves diseños parecidos en todas las joyerías… prácticamente he creado una tendencia nacional porque me han copiado no solo en La Paz, sino en todo el país”.
De clientes a diseñadores por una tarde
Las joyas de autor de Churka Designs la hacen una marca versátil y viajera, por lo que muchas de sus creaciones surgen de sus vivencias y del trabajo en su taller. A ella le gusta romper los esquemas en parte del diseño, perspectiva que se materializa en los aretes desiguales o en las pulseras que no son de una sola línea, es decir, mitad rígida y mitad móvil. “Es una propuesta más juvenil, más atrevida, más de innovación, que se da también por la experiencia y los viajes, por la apertura mental donde trato salir de los esquemas”.
De esta praxis surgió la iniciativa de que las parejas hicieran sus propios aros de matrimonio. ¡Y el primer casamiento que lo experimentó fue el suyo propio! Churka comparte que como ella es diseñadora de joyas, la gente tenía altas expectativas, así que para disminuir toda esa presión, ella decidió hacerle hacer los aros a su esposo Marcelo Iturriaga, más conocido como Itu. Así que los diseñaron entre los dos, ella hizo la mitad de los aros y él la otra mitad, soldaron las dos mitades de ambos anillos y después los bañaron en oro y les pusieron el grabado.
“Los aros nunca van a salir iguales porque hay que tomar en cuenta de que los hacen clientes que no son expertos en joyería, pero sí que van a salir únicos porque justamente lo están haciendo ellos”, dice.
Otra experiencia de autoelaboración de aros que salió maravillosa fue la de Selene Pinto y su esposo Rafael Madrid, cuyo concepto de bodas fue hobbits.
En cuatro a cinco horas se saca la base de los anillos, así que “en ese tiempo tienen que ser súper efectivos”, explica la joyera. El paquete también incluye una sesión de fotos con Itu en la que él va registrando todo el proceso, un vídeo que también les sirve tanto a ellos como a Churka, además de un brindis con champagne como toque final.
Cultura y vanguardia
Churka estudió joyería en la Haute École de Joaillerie en París, Francia gracias a una de sus tías que conoció a uno de los profesores en Bolivia. Así, a Churka le abrieron un espacio allá, siendo la primera boliviana en llegar a esa escuela de joyería.
Aunque ella no hablaba francés, enfatiza que siempre tuvo habilidad para los trabajos manuales, así que no le resultó particularmente difícil destacar entre sus compañeros.
Después de dos años de estudio, se graduó como técnico superior. Antes de obtener ese título, hizo sus prácticas en una empresa de joyería que trabaja con reconocidas marcas francesas como Cartier, Chaumet, etc.
“Las grandes marcas que se mueven en París trabajan con diferentes talleres y en uno de ellos yo fui a hacer mi práctica. Como les gustó mi trabajo, me emplearon ahí, lo que hace que me quede en Francia por un periodo de más o menos cinco años”.
Tiempo después se encuentra en ese espacio con otra diseñadora de joyas que le invita a mudarse con ella a Estados Unidos para trabajar en su oficio. Churka se queda dos meses en el Norte y decide volver a Bolivia para crear su marca como tal.
Así nace Churka Designs con sucursales desde el aeropuerto, hasta la Sagárnaga, entre otros. Actualmente, su tienda se encuentra en la Av. Montenegro, en San Miguel.
“Las joyas que elaboro son de autor con un toque un poco más minimalista. Me gustan las joyas más simples, de un solo trazo, que tengan formas asimétricas. Están acompañadas de piedras y el material principal es la plata al 90%. Lo que va variando son las piedras en cada diseño”.
Churka parte con todo ese background vanguardista obtenido en el extranjero y lo hace conversar con la cultura boliviana, tanto en su ya mencionado catálogo Patria como también en su otra colección Suyay, en la que trabajó con artesanas kallawayas de Charazani.
Este proyecto se hizo con un propósito social durante su trabajo como consultora en Usaid, interviniendo los telares y la joyería, para luego juntarlos y que producto de eso salieran nuevas técnicas.
“Me adapté a su técnica, aporté con acabados finos y elegantes, dando el toque de la plata. Además, por el solo hecho de ir y quedarme casi un año con diferentes comunidades de artesanos, me introduje a su sistema para entenderlo”.
Para ella, este aprendizaje experiencial es lo máximo porque se considera una persona más de taller que de dibujo, se concibe como más de “las que hacen”, viendo los materiales y las técnicas que utilizan para luego poder innovar y sacar un nuevo producto final gracias a su habilidad y creatividad, las cuales la llevaron en 2016 a ganar el primer lugar en diseño de joyas en ferias de diseño de arte y diseño en Estados Unidos.
En la Calle 10 de Obrajes esquina Ormachea hay un espacio donde los libros son accesibles para todos, con una curaduría especial que refleja la diversidad y la complejidad de la literatura independiente con énfasis en la producción boliviana y, sobre todo, de mujeres, señala Wara Godoy, la responsable de esta “plataforma cultural autogestionada e independiente que busca circular libros audaces dentro y fuera de Bolivia”.
El sueño de abrir esta librería se materializó en febrero de este año “con la intención de convertirse en un punto de encuentro para todos quienes son parte del ecosistema del libro”, enfatiza la librera. Sobre el nombre La Audacia, Godoy explica que representa el atrevimiento y la decisión de abrir una librería independiente en tiempos en los que la lectura y el acceso a la literatura enfrentan desafíos significativos. “Es un reconocimiento a la valentía de los autores, editores y lectores que se atreven a explorar y compartir ideas nuevas y provocadoras”.
Los libros que se hallan aquí provienen de cerca de 25 editoriales bolivianas, sobre todo de La Paz, con un enfoque especial en literatura boliviana, además de varias editoriales de América Latina que no tienen presencia en las librerías establecidas en la Ciudad Maravilla.
Algunas de estas editoriales nacionales son: Perra Gráfica, Mama Huaco, Parc, Pirotecnia, Piedra Rota, Maricas Bolivia, Sobras Selectas, Almatroste, Heterodoxia, Escándalo en tu barca, Nuevos Clásicos, 3600, Matabuey, Feminismo Comunitario, Mantis, El Cuervo, Nuevo Milenio, Dum Dum, que destacan por su dedicación a la calidad literaria y la promoción de voces innovadoras. De igual manera, La Audacia colabora con librerías alternativas, como es el caso de Perry Lee, que tiene un catálogo brillante de libros para coleccionistas y cuya estantería en la librería siempre está llena de tesoros bibliográficos.
Según Godoy, en La Audacia, los lectores pueden encontrar una amplia variedad de géneros que incluyen ficción, poesía, ensayo, crónica, libros ilustrados, historieta, literatura infantil y juvenil, así como libros de arte y fotografía. “Nuestra selección se centra en obras que ofrecen nuevas perspectivas y que, a menudo, son difíciles de encontrar en otros espacios comerciales”, enfatiza.
Actualmente, la librería cuenta con un inventario de aproximadamente 1.000 libros, que se actualiza constantemente para incluir las últimas novedades de las editoriales colaboradoras y obras que el equipo de La Audacia considera esenciales para cualquier lector apasionado. Bajo este criterio, Godoy resalta que los libros están rotando todo el tiempo, y que casi nunca pueden repetir stock dada las circunstancias del mercado.
Respecto a los autores emergentes, la librera dice que le llena de emoción colaborar con varios de ellos que están empezando a dejar una marca significativa en el panorama literario. Entre los nuevos talentos que destacan en su colección se encuentran Fher Masi con Política de Dukes, Isabel Antelo con Memorabilia, Adhemar Manjón con Los belgas, y Mónica Heinrich con Las desapariciones. “Estas obras han sido muy bien recibidas por nuestros lectores, consolidando a sus autores como voces prometedoras en la literatura”.
Entre la libreríay la FIL La Paz
Hablar de los libros más vendidos siempre es un reto cuando se apuesta por la diversidad, ya que las ventas no siempre reflejan grandes picos, manifiesta Godoy. Sin embargo, subraya que algunos títulos han destacado por capturar el interés de sus clientes. Entre ellos, los dos volúmenes de 31 mitos y leyendas, dos libros que compilan los integrantes de Muy Waso y Salvador Pomar, cuyo mérito ha sobresalido por su originalidad y la profundidad de su investigación. Antes, en cualquier parte de Claudia Peña también ha sido muy valorado, consolidando su voz dentro de la cuentística boliviana. Asimismo, resalta que El secretario de su Delirio de Alison Spedding se ha convertido en uno de los favoritos, especialmente porque es uno de los pocos lugares donde se puede encontrar esta obra, y su autora cuenta con un público fiel que sigue su trabajo.
Durante la feria, algunos títulos que resonaron especialmente entre los visitantes fueron Política de Dukes de Fher Masi, señalando un creciente interés por la poesía. Área protegida de Edmundo Paz Soldán, también muy solicitado, ofrece una mirada profunda y especulativa sobre la crisis climática y la naturaleza, invitando a explorar nuevas posibilidades. Además de ello, durante los últimos días de la feria llegó un libro muy esperado y que vendió bien: Márgenes (T)sex(T)uales: antología de cuento LGBTIQ+ boliviano, antología de César Antezana y Edgar Soliz Guzmán.
Otro de los libros demandados fue Luenga Liga de Luis Rico, ya que muchos padres y madres aprecian el trabajo del cantautor y desean compartirlo con sus hijos. Finalmente, Conóceme y cuídame de Carolina Paz, con sus dos volúmenes dedicados a los animales del altiplano y la Amazonía en Bolivia, desacó como una opción informativa para toda la familia.
Alison Spedding, Silvia Rivera y Luis Rico visitaron el stand de Audacia & Algarabía.
“El balance de la feria de este año ha sido sumamente positivo, especialmente dado que nos presentamos como Audacia & Algarabía, una plataforma que no solo promueve el trabajo de nuestra librería, sino también el de otras editoriales afines, bajo la convicción de que todos somos actores interdependientes en la cadena del libro. Optamos por una postura colaborativa en respuesta a las dificultades que a menudo enfrentan las editoriales pequeñas y los autores independientes, quienes suelen ser relegados a los peores espacios en la Feria del Libro, debido a la falta de un criterio que verdaderamente fomente la producción intelectual nacional. Como decía don Werner Guttentag, ‘No leer lo que Bolivia produce, es ignorar lo que Bolivia es’”, remarca Godoy.
Y desde esa perspectiva, para ella la Cámara Departamental del Libro de La Paz pareciera estar ignorando su lugar como bisagra fundamental para promocionar el libro boliviano, sobre todo en las estructuras comerciales de sus asociados.
A pesar de estos retos, para Godoy la feria continúa siendo un espacio cultural profundamente arraigado en el imaginario de la ciudad. “Como parte del ecosistema literario, hemos notado con entusiasmo un interés renovado por la literatura independiente y una creciente participación de lectores jóvenes. Además, el programa cultural de la feria nos brindó la oportunidad de establecer conexiones valiosas con otras librerías y editoriales, lo que contribuye a fortalecer el ecosistema literario en su conjunto. Ese es uno de los aportes simbólicos más importantes de esta cita anual convocada de forma privada y con un escaso involucramiento del Estado”, dice.
En cuanto a las actividades que realizaron en la feria, comenta que organizaron una serie de presentaciones de libros, lectura de poesía, charlas con autores, miniconciertos en vivo, además de performances que ahondan entre la relación de la palabra y el arte, lo que permitió a los asistentes interactuar directamente con los creadores y profundizar en sus obras. En la librería regularmente realizan club de lectura infantil, presentaciones de libros y talleres literarios, que buscan crear una comunidad activa de lectores y escritores audaces de todas las edades.
Texto: Mitsuko Shimose
Fotos: Vassil Anastasov, Wara Godoy y Patricia Lucero
Los emprendimientos de base tecnológica de Bolivia no solo han crecido en el último año, sino que han dado pasos cruciales para internacionalizarse. Ésos son algunos de los principales hallazgos del Mapeo TIC 2024, que se presentó en La Paz.
El informe, elaborado por Funda-Pró, Fundación Solydes, Fundación Emprender Futuro, Bolivian Investment Management Ltd., ICCO y la Universidad Católica Boliviana – La Paz, es una radiografía del panorama tecnológico actual en nuestro país y sirve como plataforma para analizar los avances, desafíos y oportunidades del ecosistema digital.
Pese al contexto de crisis económica que afecta a las startups a escala global, el Mapeo TIC identificó que en Bolivia “ha habido un incremento en 2024 respecto al año anterior en el número de startups”. Pasaron de 147 en 2023 a 167 en la actual gestión.
Más allá del número, la sexta versión del informe encontró un dato muy relevante: las startups bolivianas han expandido sus operaciones a países como Paraguay, Perú, México y Chile.
Envíos Pet, MOBI, DeltaX, Quantum, Sommos, Vaka, Yaigo y TuGerente son algunos de los emprendimientos que decidieron dar el salto y apuestan por operar más allá de nuestras fronteras.
“La internacionalización de startups de base tecnológica en Bolivia es crucial porque permite a estas empresas acceder a mercados más amplios, lo que incrementa sus oportunidades de crecimiento y sostenibilidad”, destaca el informe.
Entre otros hallazgos, el informe destaca que Santa Cruz mantiene su posición del departamento con mayor número de startups (41% del total), seguido de La Paz (36%) y Cochabamba (16%). En este caso, se incorporan Chuquisaca (5%) y Tarija (1%).
Otro punto importante es que las Fintech se consolidan como las de mayor presencia, ya que representan el 32%, seguidas por las Edtech con 16% y eCommerce-Marketplace con 10%.
Cabe destacar el crecimiento de startups con conexión urbano-rural, como es el caso de Vaka y Hola Tractor.
Uno de los aspectos más alentadores de este año es el surgimiento y consolidación de fondos de inversión bolivianos que apuestan por los emprendedores nacionales. Sumados a la presencia de fondos internacionales, robustecen el ecosistema y mejoran las oportunidades.
El Mapeo TIC, que se publica desde el 2019, se elabora en base a encuestas y entrevistas en profundidad, recopilando información de primera mano de las startups y los diferentes actores del ecosistema.
El documento está disponible para su descarga gratuita en la web www.mapeoticbolivia.org.
Andy Summers, exguitarrista de la icónica banda inglesa The Police, considerada fundamental en la historia del rock, se encuentra en gira por Latinoamérica junto a su propia banda tributo llamada Call The Police, que se presentó en La Paz el lunes 5 de agosto en el teatro 16 de Julio en una única función. Temas como So Lonely, Every Breath You Take, Message in a Bottle, Driven to Tears, Roxanne, Every Little Thing She Does Is Magic, entre otros éxitos, formaron parte de su repertorio de la noche.
Además del guitarrista, este grupo está integrado por Rodrigo Santos (bajista y cantante de la banda brasileña representativa de los 80 y 90 Barão Vermelho), quien conoció a Summers en 2014 a través de su amigo en común y empresario Luíz Paulo Assunção y, en 2016, fue invitado a unirse al dúo João Barone (fundador y baterista del mítico grupo Paralamas do Sucesso, banda conocida por el hit Uma brasileira). Al año siguiente, en 2017, Call The Police realizó sus primeras presentaciones sobre todo en Brasil, y, en 2019, estuvieron en Uruguay, Perú y Chile, con un repertorio de grandes éxitos y algunos lados B de la banda inglesa. En esta su quinta gira, les tocó Bolivia, Guatemala, El Salvador, Colombia, entre otros países.
Summers integró The Police junto a Stewart Copeland y Sting, con quienes grabó seis álbumes en estudio (1977-1983) y llegó a vender más de 60 millones de discos y ganar siete premios Grammy.
Summers también está considerado entre los mejores guitarristas de rock por medios escritos como Rolling Stone, ya que fue el creador del sonido de la mítica banda londinense y calificada como principal referente del sonido new wave.
El guitarrista desarrolló una amplia discografía después de la separación de The Police, pues grabó 16 discos desde 1987.
El músico tiene además el cine como segunda ocupación. En 2016 estrenó el documental Can’t Stand Losing You (nombre del primer sencillo de la agrupación inglesa), que cuenta su versión de la historia de The Police. El filme consiguió buenos comentarios en los diferentes festivales en que se presentó.
Entre sus pasiones también está la fotografía y siendo esta su tercera vez en La Paz, aseguró durante la conferencia de prensa que disfruta mucho del paisaje y que, además de la ciudad, conoce el lago Titicaca y también el Cerro Rico en Potosí, donde tuvo una aventura increíble.
Respecto a los más jóvenes y lo que escuchan actualmente, opinó que el concepto de generaciones es una especie de cliché porque una persona desarrolla un buen gusto si le gusta la música y descubre más sobre ella si realmente le interesa.
Summers, Barone y Santos confesaron no conocer a músicos bolivianos, pero “tenemos una noción un poco general de cómo la música andina tiene un papel fundamental en la cultura de Bolivia”, resaltó Barone.
En cuanto al legado de The Police, Summers dijo que si bien la banda estuvo en la cima de la historia del rock junto con grupos como The Rolling Stones y The Beatles, la gente no piensa en eso, solo disfruta la música, por eso él considera que Call The Police es su mayor legado actual.
Hasta las últimas consecuencias, del escritor paceño Rodrigo Urquiola Flores, es un libro publicado por la Editorial del Estado Plurinacional de Bolivia (EEPB) que reúne cuatro obras de teatro: El bloqueo (Premio Adolfo Costa du Rels 2010), El retorno (Premio Municipal de Dramaturgia de Cochabamba 2015), La serpiente (2° Premio Adolfo Costa du Rels 2018) y La felicidad (Premio Municipal de Dramaturgia de Cochabamba 2021).
El hilo conductor del tomo viene de la mano del contexto. Cada una de las obras tiene matices sociohistóricos y culturales propios de la idiosincrasia nacional. Este contexto está signado además en todos los casos por un elemento característico: la piedra, un símbolo de resistencia, lucha y fundación nacional, que no solo conecta las tramas, sino que también iguala las condiciones ético-morales de los que se desenvuelven en ellas: “Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, se lee en la Biblia. Con esta característica, las obras van más allá de los confines del telón, no se cierran cuando este lo hace, pasando al lector-espectador por medio de la identificación y el reconocimiento que produce dobles. Según el filósofo y escritor francés Régis Debray, el signo de semejanza es fundado por el signo al que se reconoce una sepultura, esto porque signo viene de sema, piedra sepulcral. La piedra entonces representaría también la muerte que da lugar a la vida así como el signo hace posible la palabra porque la constituye.
A pesar de todos estos rasgos en común, las obras tienen sus particularidades individuales que las diferencian, estas vienen de la mano de temática y estructura.
Fondo y forma: sobre el (con)texto
El bloqueo trata sobre un (des)encuentro entre un grupo de viajeros y otro de bloqueadores. Este (des)encuentro se da en medio del sendero que cinco peregrinos transitan hacia el mar para que uno de ellos, ciego de nacimiento, pueda ver la luz tras lavarse los ojos con esa agua salada.
La trama muestra evidentes guiños del teatro del absurdo no solo por el objetivo de la travesía de los personajes, sino también por cómo se va desenvolviendo la historia, con fuertes rasgos existencialistas, además del cuestionamiento a la sociedad y al ser humano a través del humor y la mitificación.
Los personajes, pues, buscan el significado de su viaje (y, por qué no decirlo también, de sus vidas) en una promesa redentiva de la visión del ciego Maygua en algo tan ausente —y presente solo en la memoria histórica de todo boliviano— como el mar. Para los que vivieron el siglo XIX, esa ausencia representa una nostalgia, mientras que para ya la gran mayoría de los compatriotas desde el siglo XX, no es más que una melancolía.
Para Julia Kristeva, filósofa, psicoanalista y escritora búlgaro-francesa, nostalgia y melancolía no son lo mismo. La nostalgia está más relacionada con la depresión en el sentido de extrañar algo que se perdió, eso que da la existencia a ese objeto del duelo; mientras que la melancolía hace referencia a ese echar de menos algo que nunca se tuvo, por lo que en ausencia de ese significante, es imposible acceder al significado en su totalidad.
Como el mar es sentido desde esa melancolía, su acceso se torna irrealizable. Es por eso que en medio del sendero, el paso les es prohibido por seis bloqueadores que portan piedras enormes cada uno, impidiéndoles atravesar el camino.
Mientras van pasando los días, los bloqueadores mismos parecen petrificarse. “Ninguno de ellos contesta. Creo que no tienen voz”, dice el viejo Ramírez, sin contar además con su impenetrabilidad en medio de la senda, por lo que los viajeros tienen que tomar medidas extremas para al menos intentar lograr su cometido.
El retorno, ambientado en la época de posguerra del Chaco, se presenta en un espacio familiar, específicamente, el comedor de una casa donde se lleva a cabo el velorio de Ulises Mayta, esposo y padre excombatiente caído en la refriega.
Durante el funeral, varios secretos salen a la luz, siendo el más grave el de la viuda y el hermano del difunto. Lo curioso es que mientras se lleva a cabo la velación, las conversaciones de los familiares y amigos del fallecido tienen un constante contrapunto con el sonido de una piedra golpeando la puerta de calamina de la casa causando que se abra constantemente, algo que tal vez no era del todo extraño en víspera de Todos Santos: el visitante que recién había fallecido, pues, se entera de todo lo que había estado velado.
La figura del fantasma está presente en la trama como en la obra de William Shakespeare, alcanzando un significado a nivel cultural que lo diferencia de la aparición y del espectro. La frontera del mundo de los vivos y los muertos se diluye completamente y el alma solo decide volver a su ataúd cuando todas las dudas parecen disolverse. “A veces suceden cosas que no podemos entender y lo único que debemos hacer es dejarlas seguir lo que sea que estén haciendo esas cosas”, comenta el viejo de uniforme con una piedra en el bolsillo.
La serpiente es una obra que busca representar el mundo onírico de Eva, una joven que está obligada a bailar como china supay por destino, según su madre. La línea entre sueño y realidad se confunden, convirtiéndose en una pesadilla por los sucesos y las imágenes que se producen.
Esa confusión es la que da acceso al subconsciente, penetrando hasta los recuerdos más profundos de la protagonista. Esas reminiscencias son las que justamente le revelan hechos incestuosos cometidos en su contra por su padre ya muerto. Su madre, por su parte, parece no solo no creerle, sino también no escucharle: “No escuchar es una manera de mentir”, le dice Eva al respecto. El baile es justamente en memoria del difunto como una especie de promesa. Su padre se había enamorado de su madre al verla danzar, por lo que ella quería que su hija hiciera los mismos movimientos para él como recordatorio de su historia de amor.
La estrucutura de la obra es circular, comienza y termina con la misma pesadilla con un sonido de fondo del golpeteo de una piedra sobre una puerta de madera. El carácter circular es el mismo que posee todo mito sagrado desde la concepción del filósofo, historiador y novelista rumano Mircea Eliade. “No hay mal, no hay bien. Simplemente hay algo. Movimientos que se repiten. Que terminan y empiezan una vez más. Círculos. Eso, es una mentira. Una ficción, algo que no es cierto pero que tampoco llega a ser falso. Disfraces. Un sueño que empieza y que acaba y que vuelve a empezar cuando acaba, esa es la repetición de los pasos de la danza. Un sueño interminable, ¿o una pesadilla sin final?”, resalta Eva.
La felicidad trata sobre una pareja proveniente de diferentes clases sociales y recié casada durante los sucesos de noviembre de 2019, enfrentamientos donde se usaron las piedras como principales armas. En el transcurso de la historia se percibe que a pesar de que ambos se aman, hay cosas que se sienten incapaces de decir en voz alta, por lo que cada vez que quieren liberarse de lo que les pesa en la mente y el corazón, se ponen máscaras. La incomprensión mutua con la persona amada se convierte en una constante, demostrando lo inasible del mundo particular del otro, cargado no solo por su subjetividad, sino también por su contexto social específico. “Tu ausencia es lo único tuyo que siempre me pertenecerá”, le dice Johnny Chura a su esposa, Esther Valdivia.
La estructura de la obra se asemeja a la del teatro popular porque no solo aborda vivencias particulares, sino también recoge acontecimientos específicos que el pueblo vive en determinados periodos sociohistóricos.
Así, estas obras van más allá del cierre del telón. Los personajes tratan de no dejar nada pendiente, resolución que en algunos casos es evidente y, en otros, sugerida, dentro de un contexto sociohistórico confuso y convulso, en el cual las fronteras de la realidad y la ficción se diluyen y se mezclan para dar luz a un país pluricultural.
Perfil
Rodrigo Urquiola Flores (1 de noviembre de 1986, La Paz, Bolivia) es autor de las novelas Lluvia de piedra (2011, Mención de Honor Premio Nacional de Novela), El sonido de la muralla (2015, Premio Marcelo Quiroga Santa Cruz y Premio Interamericano Carlos Montemayor, México) y Reconstrucción (2019, Premio Marcelo Quiroga Santa Cruz), de los libros de cuentos Eva y los espejos (2008), La memoria invertebrada (2016) y Ayer el fuego (2022, Premio Santa Cruz de la Sierra). Es también autor de los cuentos La caída (Finalista Premio Copé Internacional 2010, Perú), Mariposa nocturna (Premio Adela Zamudio 2013), El espantapájaros (Mención Premio Iberoamericano Julio Cortázar 2015, Cuba), Mientras el viento (2do Prêmio Cataratas de Foz do Iguaçú 2015, Brasil), Árbol (Premio Franz Tamayo 2017), Senkata (Premio Latinoamericano Edmundo Valadés 2018, México) y Ashley (Premio Internacional José Nogales 2019, España). Cuentos suyos fueron traducidos al quechua, portugués, bengalí, alemán, croata y rumano, y participaron de diversas antologías nacionales e internacionales.