Precios de exportación y crecimiento económico
En Bolivia, hacia 2001 se precipitó una crisis que hizo que el país deje de pagar obligaciones externas por $us 1.173 MM
Jaime Jordán Costantini
En una anterior nota apuntamos que cuando se aplicó el modelo económico y social comunitario entre 2006 y 2018, la tasa de crecimiento del PIB por persona fue tres veces más alta que en el período liberal (1985-2003). Hay quienes podrían argumentar que este gran logro es atribuible a precios de exportación favorables entre 2006 y 2018, con respecto a esto va este artículo.
Innumerables estudios económicos confirman que altos precios de exportación no son sinónimo de un buen desempeño económico. El resultado en el largo plazo críticamente depende de las respuestas de la política económica, donde hay al menos dos trayectorias posibles: políticas procíclicas o contracíclicas. En las primeras, los cambios negativos externos o internos profundizan el efecto recesivo en la economía, en tanto que en la segunda se protege la economía nacional de las tendencias depresivas. La generalidad de los países en desarrollo sigue políticas procíclicas; por el contrario, las naciones de mejores niveles de renta siguen políticas contracíclicas, aumentando la demanda agregada para mantener el empleo y no destruir capital.
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El concepto económico de relaciones internacionales de intercambio (RI) es la razón entre el precio de las exportaciones y el de las importaciones de un país, relejando la capacidad de compra de los productos domésticos vendidos en el extranjero. Consecuentemente, buenos precios internacionales mejoran las RI y la actividad económica. Utilizando las series de RI de la base de datos del Banco Mundial, tenemos lo siguiente: En 1985, cuando se inició el programa de estabilización económica, el comportamiento de las RI fue negativo. A partir de 1993 se inició un período de recuperación de las RI, que aumentaron hasta 2003, en 29%. En 1993 se inauguró una serie de reformas que profundizaron el esquema de libre mercado, como la reforma de jubilaciones por medio de las AFP y la capitalización de las empresas públicas.
Diez años después de la aplicación de estas reformas, el déficit fiscal escaló hasta 8,5% del PIB, la mitad fue atribuida al efecto de la reforma de jubilaciones con el sistema de las AFP. Un fenómeno similar de crisis económica y fiscal experimentó la economía chilena en la década de los 80, creado en parte por el sistema de las AFP.
En Bolivia, hacia 2001 se precipitó una crisis que hizo que el país deje de pagar obligaciones externas por $us 1.173 millones, se redujo el crédito interno, disminuyeron las inversiones, hubo fuga de capitales y desintermediación financiera. Entre 2001 y 2003, la inversión media anual cayó en 2,6% y el PIB por persona se redujo en 1,1%, con relación al trienio anterior. Este fue el efecto de las políticas procíclicas.
En respuesta, el gobierno radicalizó sus políticas contractivas e intentó crear un impuesto a los salarios para solucionar el déficit fiscal, que no prosperó por la resistencia a la medida. Los conflictos aumentaron hasta el colapso de orden liberal en 2003.
Entre 2006 y 2013, las RI crecieron en 19%, representando un tercio del ritmo de crecimiento experimentado en el período liberal (1993-2003). En 2014, el país afrontó un nuevo choque externo de magnitud e intensidad significativas que se prolongó por los siguientes cuatro años, en los que las RI cayeron 38%. La respuesta del gobierno esta vez fue diferente, ya que aplicó políticas contracíclicas y mantuvo fijas las tasas de cambio y de interés.
Como resultado, Bolivia pudo mantener la estabilidad en las inversiones y en el crecimiento económico, amortiguando así el choque externo.
En efecto, el ritmo de inversión con respecto al PIB pasó de 16,7%, entre 2006 y 2013, a 17,2%, entre 2014 y 2018. El crecimiento anual del PIB por persona fue de 2,8% entre 2014 y 2018 y 3,4% entre 2006 y 2013.
¿Qué lecciones se pueden obtener de lo expuesto? El crecimiento de las RI entre 2006 y 2018 no fue un hecho excepcional, también se dio en el periodo liberal y en una magnitud mayor. El pobre desempeño de la economía boliviana entre 1985 y 2003 no es atribuible a las RI, sino al resultado de las políticas procíclicas y reformas aplicadas que agravaron el efecto del choque externo.
Es un caso inédito que un país como Bolivia, con un bajo nivel de renta, implementara a partir de 2014 políticas contracíclicas para proteger el empleo y evitar la destrucción del patrimonio de buena parte de las pequeñas empresas y trabajadores por cuenta propia.
(*) Jaime Jordán Costantini es doctor en Economía y docente universitario