Historias de radiotaxi
En sus 25 años, los socios de la empresa Obrajes Limitada tienen muchos relatos para compartir
Cuando el teléfono negro Siemens suena, Martha Mendoza atiende de inmediato. “Buenas tardes, ¿Obrajes?” Al otro lado del auricular piden un vehículo para un viaje desde la Av. Mecapaca hasta la calle 21 de Calacoto. “40, modulame, Mecapaca, calle 21”.
Ya sea que el contacto se logre a través de un teléfono con teclado digital o con el viejo aparato de disco que aún conservan, radiotaxi Obrajes Limitada se ha vuelto una tradición de transporte en la zona Sur de La Paz, con la típica luminaria blanca sobre los coches que luce la fachada del templo del Señor de Exaltación.
Desde la oficina central —en la esquina de las calles 17 y 19 de Obrajes—, Germán Mendoza, gerente propietario de la empresa, muestra hojas con los recorridos hechos durante sus 25 años. “Somos pioneros para que al momento hayan aparecido más de 100 radiotaxis en la ciudad”, comenta orgulloso.
Cuando sostiene los documentos cuenta que el emprendimiento comenzó el 21 de mayo de 1990, cuando su familia compró dos números telefónicos fáciles de recordar (782288 y 785555), una época en que el teléfono fijo era imprescindible y no había el prefijo 2.
Desde entonces, además de las planillas con las llamadas, se han ido acumulando cientos de anécdotas, como que el hijo de Germán nació un día después de la inauguración de Obrajes Limitada o que más de un cliente se ha enamorado de la voz de la operadora del radiotaxi.
“Al frente, donde está ahora el surtidor, había un bosquecillo de eucaliptus”. Después de Germán, Félix Poma es el más antiguo de la entidad. Él recuerda que en medio de la 17 había un río que en temporada de lluvias se desbordaba, hasta llegar a la esquina donde estaba el Gran Centro Mario Mercado. En esas calles todavía de tierra, los primeros 10 vehículos de la empresa debían tener potencia, así es que en su mayoría eran Dodge Lebaron. “Partían de donde sea, sin problemas con cuatro o cinco pasajeros”.
‘Atento, Lucas’
“Atento, Lucas; atento, Lucas”. Para comunicarse con Martha o Clara Tapia —las dos operadoras de Obrajes Limitada—, los conductores se refieren a la central como Lucas, pues el hijo de Germán iba a llamarse así, aunque después fue bautizado con otro nombre.
En los inicios todavía era una novedad la comunicación a través de radiofrecuencia y se desconocía cómo se manejaba; por eso, los primeros operadores de Obrajes Limitada empleaban cualquier banda para comunicarse, de allí que uno de ellos enlazó accidentalmente con un avión carguero, pensando que lo estaba haciendo con un vehículo terrestre.
Así como en estos años han transportado a diferentes personalidades, el radiotaxi tiene su propio artista. Se trata del conductor Carlos Barrios, quien fue invitado por el guionista Juan Pablo Piñeiro para que actuase en la película Hospital Obrero (2009). “Nos han tenido dentro de la Facultad de Medicina de la UMSA como un mes y medio, pero ha valido la pena”, asegura el chofer, quien aún ahora es reconocido por algunos de sus clientes.
Pasajero de frac
Un sábado por la noche, mientras recorría con su coche por la avenida Hernando Siles, Fernando Huanca se detuvo en una esquina, donde un pasajero de frac pidió que le llevara a Irpavi. A los pocos minutos, el conductor notó algo raro en su cliente. “No parecía ebrio, pero estaba completamente dormido. Para despertarlo, frené el auto de golpe, pero no reaccionaba”. Mientras pensaba cómo ayudarlo, sonó el teléfono celular de aquel cliente, contestó la llamada, informó quién era y cómo había recogido al pasajero.
“Por favor, vuelva a Obrajes, hay un salón de fiestas. Mientras viene siga hablándome”, le decía el contacto. “Cuando llegué encontré un montón de gente en la puerta. No era para menos, porque al hombre a quien estaba transportando era, nada más y nada menos, el novio”.
En ocasiones, los vehículos terminaron improvisados como maternidad e incluso como lugar para el adiós. A eso de las 08.30 de un día laborable, Freddy Matías recogió a una persona de la tercera edad de una casa de retiro. Salió en silla de ruedas y acompañado por una enfermera, quien a cada momento le preguntaba si estaba bien. “Era hora tope de coches, por eso mi desesperación era llegar lo antes posible al Hospital Obrero. Estaba en el Parque Triangular, a dos cuadras, no faltaba mucho”. “Don Mariano, ¿está bien?”, consultaba la enfermera. “Sí”, le respondía. A los pocos minutos, finalmente metió su vehículo a Emergencias del nosocomio, donde esperaba un policía, quien al ver que el anciano estaba inconsciente, de inmediato tomó su pulso. Había muerto. “No sé cómo salí, estaba temblando, porque hacía unos minutos el señor estaba hablando. Al final, no sé cuánto me pagaron, la cosa es que salí de ahí”.
“Buenas tardes, Obrajes”. Martha trabaja como operadora de taxi más de 20 años, aunque reconoce que los inicios fueron complicados, porque era la única mujer entre tantos varones. No podía evitar llorar y pensó seriamente en renunciar. Por eso nunca olvidará al conductor Néstor Zurita, quien en ese momento la sacudió y le pidió que reaccionara, que se comportara con más dureza para que los demás le hicieran caso. “Poco a poco he ido soltándome, hasta que los dominé. Actualmente, todos ellos me tienen respeto”. Es una tarde de anécdotas de radiotaxi, que es interrumpido por Lucas, cuando dice que hay un “QSS a K18”.
Obrajes Ltda. celebrará sus 25 años
Después de 25 años de servicio, los socios de Radiotaxi Obrajes Limitada celebrarán su aniversario con una misa en la iglesia del Señor de la Exaltación, después bailarán morenada y al final compartirán una jornada de fútbol de salón. La empresa atiende las 24 horas. Sus números telefónicos son el 2782288, 2785555 y 2786666.