‘La noche del viernes’, el aún velado mundo de Saenz
Descubrir su obra dramática, representarla y acercarla al público es una de las actividades del centenario
Jaime Saenz es sin duda uno de los escritores más extraordinarios de la literatura boliviana del siglo XX y debido a esto es ya considerado un escritor de culto. Sin embargo, en ocasiones considerarlo “de culto” ha significado someter su literatura al abandono u olvido, descuidando la necesidad sociocultural de acercarse a la obra misma del escritor para conocerla, sin dejarse obnubilar por mitos o anécdotas, sometiendo al texto a una evaluación y disfrute con sentido crítico.
Pese al éxito que ha tenido Jaime Saenz en el imaginario de lectores paceños, bolivianos y extranjeros no es una exageración afirmar que las más de las veces los lectores que se acercan a Saenz se remiten únicamente a su faceta narrativa, ignorando la obra poética y ni qué decir la obra gráfica o las exploraciones que el poeta realiza en artes escénicas y dramaturgia, pues a pesar de que existen adaptaciones e interpretaciones teatrales basadas en la narrativa del escritor paceño, hasta hoy no hemos podido conocer cómo es realmente la propuesta teatral que esperó representar en escena, por lo que resulta importantísimo enfatizar que su obra presenta muchos espacios aún no conocidos por el público lector (y no tan lector), los cuales deparan más de una sorpresa.
El centenario del nacimiento de Jaime Saenz trae consigo algunas actividades que merecen ser destacadas, pues al tiempo de ser un homenaje al escritor se constituyen en oportunidades para acercar a la población de forma directa a la obra del que es considerado uno de los grandes exponentes de las letras bolivianas y latinoamericanas. En la Feria Internacional del Libro (FIL) 2021 en La Paz la propuesta fue lúdica y dinámica, conociendo su trayectoria a través del juego de trivia Una noche en Montecarlo.
Otra de estas actividades es el estreno teatral de una de las obras más enigmáticas del poeta: La noche del viernes, única pieza escrita por Saenz para teatro hacia 1974, la cual es conocida solo por estudiosos o aficionados a su obra.
Lo que aún queda por descubrir
Leonardo García Pabón, estudioso y poeta, amigo de Saenz en vida, menciona en su presentación a la Obra dramática que si bien el teatro de Saenz es lo más desconocido de su producción, “no por ello deja de ser esencial para comprender su visión de mundo. Con claras relaciones con el resto de su producción literaria, pone en escena, y nunca mejor dicho, claves importantes de su escritura y pensamiento”.
A esto habría que adicionar que dicha producción es la más atrevida y experimental del poeta a nivel estético y conceptual, siendo además la más lograda en estos sentidos.
Ya de por sí la obra de Saenz se encarga de explorar los límites del lenguaje y la experiencia, pero en este caso, osada hasta la incorrección, “terrenal y visceral, aunque con esa fuerte dimensión mística” (ibídem), La noche del viernes busca generar nuevos sentidos de realidad a través de la acción en escena, para lo que requiere el trabajo de más de 40 actores a los que deberán sumarse el resto del equipo humano y técnico necesarios para su ejecución, convirtiéndose así en una obra monumental y, por tanto, una deuda pendiente con el escritor, así como con el público en general, puesto que la misma representa la faceta más extraña y fascinante de Jaime Saenz.
Dicha obra, la cual el autor mismo considera un “poema teatral”, nos presenta en tres escenas la experimentación que Saenz realiza de los márgenes de lo real, el absurdo y el inconsciente, recurriendo además a los símbolos que más representan su interés estético y metafísico, dando como resultado una obra de carácter vanguardista en extremo, la cual sin duda se encuentra tangencialmente alejada de abordajes tradicionalistas o romanticistas con los que en ocasiones se ha representado la obra del poeta.
Así, finalmente, este 26 y 27 de octubre se conocerá la dimensión real de La noche del viernes en el escenario del Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez de la ciudad de La Paz, pues por primera vez se pondrá en escena la obra de forma íntegra, bajo la dirección de Freddy Chipana, con la actuación de Cristian Mercado, Pati García, Bernardo Arancibia, Luis Caballero, Bernardo Rosado, Ariel Baptista, Marcelo Fuentes, Juan José Canazas, Daniel Prieto, Carlos Mercado y René Suntura, junto a más de una treintena de actores secundarios y la escenografía de Ángelo Valverde, luces de Sergio López y música de Oscar Kellemberger.
Se constituye así en un digno homenaje a la obra de Jaime Saenz, realizado por un elenco reunido de forma extraordinaria para esta realización bajo la siguiente premisa: llevar la puesta en escena de la obra tal cual fue escrita, respetando el texto y los sentidos estéticos que propone hasta en el último detalle, poniendo en valor la obra del autor, acercándola de manera fiel al público conocedor de la obra de Saenz así como a nuevos públicos.
Por lo dicho, sin duda esta puesta en escena promete ser un gran espectáculo, no solo por tratarse de un estreno histórico con un elenco teatral de altísimo nivel, sino porque pone en valor la obra de Jaime Saenz más allá de preconceptos, expectativas o mitificaciones, develando uno de los misterios más grandes que dejó su literatura.