Tejidos de arte y cultura: El Alto consolida su Primera Feria Internacional del Libro
El evento organizado por la Cámara Departamental del Libro se podrá visitar hasta el 17 de marzo en la Terminal Metropolitana
La temperatura ha bajado a los 7 grados, la aguja corta del reloj roza las 21 horas. El Alto aún no duerme, dicen que nunca lo hace. Las tarkas suenan roncas en el Ayllu K’alaqaya; a unas calles, en el Wayna Tambo, transmiten por radio los temas que rapeó el gran Ukamau y Ké y decenas de otros jóvenes de ropa ancha; en varios puntos de la ciudad están regados y actuando los cientos de artistas que dejó la línea de Iván Nogales del Teatro Trono (Compa); bailan todas las danzas bolivianas y latinoamericanas en la Escuela de Artes alteña; la sinfónica de El Alto se prepara… Uno de sus actores de cine ha sido nominado a los Goya. El Alto es eso, es cultura. Es arte. ¿Y las letras?
Hay oasis. Hay espacios que se han atrincherado desde la autogestión y han presentado su propuesta literaria. Destaca el Club de Lectura El Alto; la Altusa (de un colectivo feminista), donde está la sucursal de la editorial Sobras Selectas; el espacio indianista Editorial Nina Katari en el Camino a Viacha…
Sin embargo, hacía falta un espacio de encuentro de todas estas piezas separadas. Una feria del libro, una internacional, una con las condiciones y lo que significa un espacio de encuentro literario de primer nivel. Antes hubo intentos. Ponderables, claro.
Pero es desde este 2024 que la marka podrá jactarse de su Primera Feria Internacional del Libro de El Alto (FILEA), que se abrió el 7 de marzo y se prolongará hasta el 17 en la moderna, nueva y acogedora Terminal Metropolitana de El Alto.
La ciudad aymara más alta del mundo tiene una evidente e intrínseca conexión artística. Esos artistas, como sucede en la cultura aymara, buscaron apoyarse, unirse y así surgieron las redes de centros culturales autogestionados, las comunidades musicales, actorales… redes artísticas sin, o casi sin, apoyo de nadie. Así también han ido apareciendo los escritores alteños.
Este año podemos destacar y serán parte de la feria autores nacidos en la urbe y que realizan su trabajo desde ahí, como Quya Reyna, Luis Raimundo Quispe Flores, Luli Micelio, Fher Massi, Oscar Coaquira Alí, Daniel Averanga, Jaqueline Calatayud, Mónica Jiménez y Elvira Zabala.
¡Para muestra un botón o un par!
La famosa Quya y su llamado reivindicativo aymara. Reyna es rebelde, como buena alteña, tanto que le dijo a María Galindo que su mamá y las mujeres alteñas no tenían tiempo para el feminismo de clase media porque estaban trabajando de sol a sol; o fue a Santa Cruz, donde hoy reside, a decirles que se están “collanizando” y que pronto “la Santa Cruz colla, morena e india va a desplazar a la élite cruceña”.
Sobre la feria, como no podía ser de otra forma en esa juventud crítica, Quya jala las orejas y advierte: “Una feria del libro es importante y trasciende en la medida en que haya lectores que sostengan el espacio y eso no se hace en una semana. Son años de trabajo para promover la lectura, incluso a mí me cuesta (leer), porque no es un hábito común ni en El Alto ni en el país”.
La escritora alteña publicó su libro Los hijos de Goni (Sobras Selectas, 2022). El texto reúne nueve crónicas íntimas, familiares, de experiencias y vivir alteño, que busca terminar con estereotipos o (des)mitificar a El Alto y sus habitantes.
Quizá un acercamiento y, de alguna forma, resumen del libro son las líneas en las que Reyna le da título a su libro: “La papa es sa-gra-da, decía mi papá, ya que tenerla en el plato era el resultado del trabajo arduo de la cosecha de mi familia en el campo. Sobrar una era totalmente intolerable. Papá vio esos restos e inmediatamente gritó: Pero ¡qué se creen ustedes para sobrar la comida! ¿Se creen hijos de Goni? ¡Váyanse a vivir con Goni!”
Por otro lado, cumpliendo el chachawarmi, otra pluma que revuela El Alto es la del también panadero Luis Raimundo Quispe Flores. Así como en el pan, Quispe amasa la alteñidad, le da forma, la mueve, quiere entenderla, pero la ve como un proceso que no termina, a diferencia del pan que concluirá saciando el hambre de algún hermano o hermana alteña.
“Me siento parte de mi comunidad, siento que mi trabajo es valorado”, dice Raimundo, sobre su labor de eliminar el hambre con harina y agua (óbviense otros “excipientes”), que a diferencia de la escritura sabe que será consumida y bien recibida.
En su obra figuran La Equis (2019) y Ciudad Apacheta (Sobra Selectas 2023). Esta última reúne diez relatos de no ficción que se sumergen en El Alto, la alteñidad y en qué es ser alteño.
Al menos para Quispe, su contacto con su ciudad fue y continúa siendo innegable: “(El autor) nació en una vivienda a medio construir que luego se convirtió en su lugar de trabajo, el hogar que nunca ha abandonado”, dice.
Con todo, no son los únicos escritores, pero son parte de los creadores y lectores que se encontrarán en la primera feria del libro alteña.
“Nayriri Markanakpura Panka Qhathu Altu Pata Markana” se lee en la invitación en aymara trabajada con el reconocido doctor en lingüística y docente universitario Teófilo Laime. Es pues, El Alto una ciudad neta y profundamente aymara.
David Pérez, presidente de la Cámara Departamental del Libro de La Paz (CDLLP), también invita a la población alteña, paceña y visitantes a recorrer las letras alteñas y no alteñas desde este evento a más de 4.000 metros.
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“El anhelo de tener una feria en El Alto viene de hace mucho y por fin lo estamos logrando. Hay que darle a la población lo que está demandando, lo que está buscando”, comenta.
El evento es organizado por los colectivos alteños, escritores y la coordinación, gestión y trabajo de la CDLLP y el Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GAMEA). Por el carácter municipal, la entrada será gratuita.
Este año, la FILEA tendrá como país invitado a la República de Francia y se tendrán variadas presentaciones literarias, artísticas y culturales. Se puede encontrar la agenda y buscar las actividades preferidas en las redes sociales de la cámara del libro.
La Terminal Metropolitana, donde será el evento, está ubicada en la avenida Ladislao Cabrera (Camino a Viacha), zona Bolívar D del Distrito 2 (detrás de la última parada del Teleférico Morado).
El arte y la cultura alteña han sorprendido desde siempre. Esta ciudad no deja de crecer, no solo en lo territorial, sino en lo que puede hacer, ofrecer, demostrar, enseñar… Este 2024, El Alto ha retado al continente a jugar el fútbol nuestro de cada día en Los Andes. Con la copa internacional de la Libertadores de por medio, desde el Titán de Villa Ingenio, y una feria de libro también internacional, también de primer nivel y donde también se registrará una victoria y, esperemos, que sea por goleada.
Texto: Luis Flores
Fotos: Cámara Departamental del Libro