Ecuador 2-Perú 2, modelo del fútbol actual
Narramos los goles porque fueron cuatro expresiones de técnica muy depurada que desmienten que no se juegue bien. Al revés: estas maravillas se logran pese a un altísimo grado de oposición del adversario.
Después de Colombia 2 – Paraguay 1 dijimos: “El mejor partido de la Copa América hasta hoy”. Acertamos en la prudencia de incluir el “hasta hoy”, porque 24 horas después fue superado por Ecuador 2 – Perú 2. Los nostálgicos deben recordar muchos Ecuador-Perú de mejor calidad. Nosotros no tenemos duda: jamás entre ambos rivales deben haber compuesto un choque tan atractivo, vibrante, cargado de emociones. Por si acaso… Nunca con tanta velocidad, entrega, dinamismo, ambición ofensiva y grandes gestos técnicos, como los cuatro goles. Gustavo Quinteros declaró: “Hicimos todo mal”. Tal vez Ricardo Gareca se haga críticas similares. Pero para el espectador resultó apasionante. Y no hay que olvidar que el fútbol se juega para el hincha, no para los técnicos. Desde luego, Quinteros y Gareca observan con más detalle y enfocan el lente en las fallas de sus equipos y en lo que pueden cambiar para mejorar.
Pero estamos seguros de que los 11.957 asistentes al estadio de Arizona y los millones que lo vieron por Tv quedaron ampliamente satisfechos.
Es muy difícil jugar en la actualidad, hay tanta velocidad, presión y concentración que el menor error se paga con un gol. Una mala entrega del zaguero incaico Alberto Rodríguez derivó en el gol de Enner Valencia; dos equivocaciones de Charles Aránguiz en la salida de su área ocasionaron los dos goles de Argentina a Chile. De un mal saque del arquero haitiano Placide devino uno de los goles de Brasil… En todos los juegos vemos que es tal el nivel de presión —y de técnica— que una falla se paga con un gol. En otras épocas no eran goles, no porque quienes salían jugando tenían más técnica, es que no existía la presión de hoy, que obliga al error.
Una semana atrás le hicieron una entrevista a Gerardo Martino en el diario La Nación y le preguntaron si siente que él jugaba mejor que los de ahora.
—Noooooooo, noooo…— respondió. —Mirá: el otro día me puse a ver un partido de un torneo amistoso de 1985… ¡La lentitud con la que jugábamos era exasperante! Yo no soy de los que piensan que todo tiempo pasado fue mejor.
—Pero hoy hay más fricciones también.
—Es verdad, pero hoy se necesita una técnica superlativa para poder resolver ante tanto choque y fricción. Yo no estoy diciendo que aquello era malo y esto es bueno o al revés, lo que digo es que no se puede comparar… Habría que traer a aquella persona a este contexto y ver cómo jugaría. Pero la verdad es que el ritmo aquel era bastante lento, bastante… Es cierto que en aquel momento estaba quien trasladaba, pero también estaba… y aquí me voy a incluir, quienes jugábamos a un toque… Y si jugabas a un toque antes, jugar a un toque ahora quizá hubiera estado bueno también. Incluso, hubiéramos perfeccionado más la técnica. Pero habría que ver si el ritmo te lo permitiría, quizá no podríamos ni tocar la pelota… Si hubiera una máquina que me saque 30 años, haceme jugar dos partidos y vemos. Sería lo más justo.
Conste que Martino fue muy buen volante, de técnica casi exquisita. No obstante, se da cuenta lo difícil de este juego de enorme velocidad, presión, anticipo y resolución al instante. Él lo ve de al lado y a ras del piso. Un partido que nos parece rápido visto desde la tribuna, observado dentro el campo es supersónico.
Los cuatro goles del Ecuador-Perú fueron de notable resolución. Primero, el de Christian Cueva: excelente pase al área de Paolo Guerrero, control y media vuelta de Cuevita con túnel incluido a Achilier (con un poco de fortuna, es verdad) y definición segura, contundente, con un derechazo bajo frente a Alejandro Domínguez. Segundo, el de Flores: recibe al borde del área con Paredes encima, casi tocándolo; para no tener que pararla y eludirlo, algo muy complicado, simplificó todo: giro de 180 grados y zurdazo rasante, bien contra el palo izquierdo del arquero. Tercero, el de Enner Valencia: pase suave por elevación de Antonio Valencia hacia el punto del penal, acolchonó el balón con el pecho Enner (controló y acomodó en una sola maniobra) y fusiló de aire cuando caía. Y el cuarto, de Miler Bolaños, preciosa pared Jefferson Montero-Noboa-Jefferson y toque suave al medio para que Miler la empuje.
Narramos los goles porque fueron cuatro expresiones de técnica muy depurada que desmienten que no se juegue bien. Al revés: estas maravillas se logran pese a un altísimo grado de oposición adversario.
Este cronista, al menos, nunca vio un Ecuador-Perú en este nivel de excelencia. En cuestión física parecía un partido europeo, sin pausas en los 95 minutos que duró. Algunos apuntes al paso:
…En la primera hora, Paolo Guerrero dio una exhibición. La técnica del atacante peruano es verdaderamente superlativa. Y todo lo hace sin perder nunca la vertical ni ensuciarse el pantalón. Un jugador de esos que son más de selección que de club. Y de cualquier época.
…Notable aparición la del zaguero Arturo Mina en Ecuador. Llegó para quedarse años en la Tricolor. Un guerrero de notable determinación y vigor físico con un grado de concentración altísimo.
…Casi todos los analistas peruanos coinciden: “El primer tiempo de Perú fue el mejor en muchos años”. Comparable al de la victoria por 3 a 0 a Uruguay en Venezuela 2007. Esto valoriza el desempeño de Ecuador.
…La remontada ecuatoriana después del 0-2 refleja una vez más la personalidad de este excelente grupo de jugadores. Tras un comienzo de espanto, se repuso y un momento llegó a arrasar a Perú.
…Una pena la lesión de Miler Bolaños, porque se trata de algo muscular, y eso podría eliminarlo definitivamente de la Copa. Perdería Ecuador un valor fundamental. Y una figura el torneo.
…Hace 60 años Perú y Ecuador no hubiesen podido ni soñar jugar un partido así. Éste es el fútbol de hoy, tendrá altibajos, pero aun así es muy bueno.
…Jefferson Montero (puntero del Swansea) hizo varias de las suyas: desbordes, frenos, amagues, gambetas. En Ecuador le exigen que lo haga veinte veces por partido. Pero entonces sería Garrincha, no Jefferson Montero.
…Final: párrafo para Brasil 7 – Haití 1. Un resultado inusual en estos tiempos (no tanto para Brasil…). El fútbol, cuando no tiene equivalencias, tampoco tiene sentido, aburre, uno se para y deja de ver la televisión, va a atender otras cosas. Afortunadamente, la tónica actual es la paridad.