Diálogo en el Sauna
Voy al sauna en Cochabamba, preciso urgente relajarme, tengo dolores en todo el cuerpo, mis pies son un verdadero dolor de cabeza.
Ch’enko total
Voy al sauna en Cochabamba, preciso urgente relajarme, tengo dolores en todo el cuerpo, mis pies son un verdadero dolor de cabeza. Escojo un lugar adecuado en estos tiempos de coronavirus, me siento en el piso, el vapor está fuerte, mi pulmón derecho chirrea. “Secuelas, secuelas”, dice en un sonido profundo de chapa sin aceite. Practico la respiración yogui, me río de algo, agradezco el momento. Entonces ingresan dos jóvenes universitarios parecidos al Ken de la muñeca Barbie. El primero es blancón, con el cuerpo trabajado en gimnasio, 1.83, tenista de buena familia, se tropieza conmigo… ni un saludo. Su compañero, un poco más moreno, trata de sonreír. “Buenasss”, dice. Se sientan al frente, el blancón tiene un arete en el oído derecho, se queja:
—Puta, boludo, qué horrible es ser boliviano, qué mierda, no entiendo a esta raza maldita— sacude la cabeza hacia atrás.
—Yaaa, no exageres, boludo, ahora qué es lo que te jode tanto— dice el moreno rascándose el t’husu en el que tiene tatuada una bandera de los states.
—En serio, boludo, no entiendo a este país. Por qué nos cagan así, boludo, cómo es posible que perdamos en todo, somos últimos en futbol viejo, nos golean…
—Sí, boludo, una huevada. Y qué quieres, estamos pues gobernados por indios, viejo…
— No entiendo cómo este indio del Evo no hizo nada desde el Estado por el fútbol. No hay que inventar nada, todo está ya hecho; qué les cuesta viejo contratar, no sé, a un técnico alemán, pagarle y ya…50 mil dólares al mes y que nos formen, que arregle esta raza de mierda, boludo.

—Sí, boludo, si solo es copiar lo que hizo Venezuela. En Venezuela boludo han contratado así a unos europeos que trabajan en las divisiones inferiores, 15 años han trabajado, y mira, son penúltimos, pero sus jugadores están en buenas ligas— dice suspirando el Ken morocho.
—No entiendo, boludo, no hay que inventar nada. Y estos indios, si quieren ser como Venezuela, entonces que hagan igual, viejo— dice Ken, comiéndose un moco.
—Pero bueno, boludo, tampoco te pongas así…
—No, viejo, ni siquiera en Colombia se tratan así. En Colombia no se dicen “cholo”, “t’hara”; todos hablan por igual, ahora no sé qué hacer boludo.
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— Por lo menos si tuviéramos unos negros de verdad— dice Ken morocho moviéndose en cuclillas.
— Eso dice mi abuelito, boludo, ni siquiera eso tenemos. Nuestros negros bolivianos, puta, todos unos flaquitos, cualquiera los pasa por encima, viejo. Eso más, viejo, no lo puedo creer, qué destino, boludo…
— Lo has visto a ese Enner Valencia, ecuatoriano es, boludo. ¿Puedes creer? De dos zancazos al defensor del Bolívar lo dejó atrás, eso es pues un negro de verdad…
— Y este indio del Evo, ni siquiera ha podido intervenir la federación de fútbol, viejo, son unos ineficientes estos masistas, hasta cuándo pues…
— Oye, boludo, y por qué estás pues tan preocupado… Relájate, viejo, nosotros somos tenistas, viejo, jugamos tenis en el Tenis desde wawas ¿Ahora te has vuelto futbolero? No jodas, boludo, el fútbol es para las masas.
— ¿Te digo la verdad, boludo? Estoy jodido. Mi viejo me dio 7 mil bolivianos para pagar el semestre de la Cato.
— Normal, boludo, mi mamá también.
— La huevada es que… ¿Has visto esa propaganda en ESPN, esa de apuestas.com?
— Uta, no boludo.
— Automáticamente me salió el link. Esa es la huevada de tener iPhone, viejo, ingresé al link y aposté los 7 mil bolivianos al Bolívar, boludo…
—¿Yyyy?
— Y nada, pues, esta raza de mierda, boludo. Han perdido contra el Inter en La Paz, era obvio que tenían que ganar ¿no? Ahora estoy jodido, voy a tener que prestarme, boludo.
— De la Daisy boludo, su papá esta ahora de gerente del Tenis, esos sí tienen plata. Tu suegro puede ser, boludo, ¿has visto el auto que maneja?
— No sé, viejo, quiero cambiarme de país, boludo, ya no aguanto más. ¿Vamos? Tengo que llevar mi Rav 4 al mecánico.
Salen los modelitos casi pisándome. Y yo que precisaba urgente relajarme.
Texto: EL PAPIRRI